Finalmente se supo. El pasado lunes, luego de la gigantesca movilización de los docentes, el presidente Mauricio Macri se enteró de <que muchos dirigentes de la CGT presionaban para que el día de la marcha se anunciara el paro, por lo cual llamó personalmente desde Olivos a dos de los tres jefes sindicales para que levanten la movilización y suspendan el paro.
Los 70 mil docentes en la calle habían conmovido tanto al gobierno como a la cúpula de la central obrera, que percibía que las bases estaban decididas a un paro general, igual que la CTA y gremios fuertes como La Bancaria y la UOM.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, le comentó al presidente que la dirigencia dudaba y podía poner la fecha del paro, por lo cual decidió encargarse en forma personal de convencer a los dirigentes gremiales. El método de Macri es el único que conoce: la extorsión. Prometió que liberaría fondos millonarios a las obras sociales. Habló con Carlos Acuña, hombre de Luis Barrionuevo –también habría conversado con el gastronómico- y con Rodolfo Daer, hombre de Sergio Massa.
Luego del pedido de levantar la marcha y el paro por parte del presidente, hubo un fuerte debate interno en la central obrera. Acuña habría pedido que la CGT realizara la marcha y suspendiera el paro o viceversa, mientras que Francisco “Barba” Gutiérrez, en nombre de la UOM, pedía marcha y fecha de paro. Juan Carlos Schmid dudada del pedido del presidente, reconocía que levantar la marcha hubiera sido el suicidio de la cúpula sindical. Finalmente, Daer, luego de haber conversado con Massa, decidió que no se iba a poner fecha al paro. Andrés Rodríguez, de UPCN, también coincidía en no fijar la fecha.
Finalmente, la marcha se hizo y sorprendió a la dirigencia sindical al ver que había más de 500 mil personas; desde el acto de Luder y Alfonsín en 1983 que no se veía tanta gente en la 9 de julio.
El triunvirato decidió adelantar el acto una hora porque la columnas seguían llegando. Cuando empezaron a hablar sucedió algo inesperado: toda la gente, desde el palco hasta la 9 de Julio, gritaba “Paro general” como única consiga. Cada vez fue más fuerte y finalmente cuando habló Daer al grito de “paro general” se le sumó el de “la puta que lo parió”.
A veces los paralelismos son odiosos, pero vale recordar que en octubre de 1945 la cúpula de los gremios había decidido por un voto hacer paro el 18 de octubre, pero las bases decidieron que había que salir antes y se produjo el 17 de octubre, con miles y miles de obreros pidiendo por la libertad del coronel Perón. Ese día cambió la historia para siempre.
La cúpula de la central obrera se quedó sin margen y deberá llamar a un paro hacia fin de mes o los primeros días de abril. Los trabajadores hablaron: basta de política de ajuste y hambre.
1 comentario
Son unos vendidos de mierda no les importa la clase trabajadora son unos hdmp