La mayoría de los intendentes del peronismo, especialmente los del conurbano, reconocen la difícil situación de los trabajadores a partir de las políticas de ajuste del gobierno nacional, por lo cual han decidieron dar aumentos cercanos al 30%, mientras que los intendentes del PRO que responden a la gobernadora María Eugenia Vidal decidieron mantener en el 18%, situación que ha producido malestar en los empleados.
Por ejemplo, dos municipios casi gemelos de la región: Ensenada y Berisso. El intendente Mario Secco había propuesto un 44% en el básico pero el sindicato prefirió el 30% en todo concepto un sólo pago. Por su parte, el intendente Jorge Nedela de Cambiemos ofreció un 20% en dos cuotas, 10 en marzo y 10 en agosto. Los trabajadores decidieron realizar un paro de 48 horas. Para Nedela, el conflicto está organizado por el peronismo, mientras que Secco señaló que “es una vergüenza que Vidal ofrezca un 18% a docentes y estatales”.
Volviendo a los intendentes del peronismo, Fernado Gray, de Esteban Echeverria, dio una suba en los sueldos más bajos que trepa al 36%. En San Martín, Gabriel Katopodis ofreció un 27% y en Lomas de Zamora, Martin Insaurralde dio un aumento que va del 23% al 28%. Juan Pablo de Jesús, del Partido de la Costa ofreció un 31%, mientras que Jorge Ferraresi, Avellaneda, ofreció un aumento del 30% en tres tramos. Mariano Cascallares, de Almirante Brown, solo ofreció un 24%.
Los intendentes obedientes a Vidal son Julio Garro, de La Plata, que ofreció un 18%. Lo mismo hizo el intendente de San Miguel, territorio de Joaquin de la Torre. Diego Valenzuela, la esperanza PRO hizo lo mismo, un 18%. En Ameghino, Villegas y Los Toldos, intendentes de Cambiemos, también cerraron en 18%.
Hay que reconocer que algunos intendentes de Cambiemos se revelaron a la gobernadora y ofrecieron un poco más. Martiniano Molina, de Quilmes, firmó un acuerdo del 24%, mientras que el intendente de Mar Del Plata, Carlos Arroyo, acordó una suba del 26%. Por su parte, el jefe comunal de Pinamar, Martín Yeza, ofreció un 23.5%.
La grieta llegó a los intendentes. Los que piensan en los trabajadores y los que piensan en los CEOs del gobierno nacional.