Las organizaciones del mundo del cine argentino repudiaron la intrusión del ministro de Cultura, Pablo Avelluto, en el INCAA, y denunciaron que detrás de la remoción de su titular, Alejandro Cacetta, existe un plan de vaciamiento.
La decisión de desplazar a Cacetta se dio a conocer poco después de que se divulgara en el programa de TV Animales Sueltos un informe que involucró al funcionario saliente en supuestas irregularidades, sospechas de corrupción y conflicto de intereses. Oficialmente, la decisión fue por “la necesidad de acelerar y profundizar todos los procesos de mejora administrativa en el Incaa”.
Sin embargo, la remoción produjo un apoyo masivo a Cacetta de los distintos actores que forman parte del ambiente audiovisual y puso en el ojo de la tormenta a Avelluto a quien acusan de intervenir ese organismo con la intención de vaciarlo.
La reacción del ambiente audiovisual se tradujo en una asamblea masiva de productores, de directores de cine, documentalistas y sonidistas, desarrollada en sala 1 del cine Gaumont, cuya capacidad se vio varias veces superada por la cantidad de participantes. En ese ámbito, defendieron la autarquía del Instituto y pidieron por unanimidad la renuncia de Avelluto.
Los cineastas Luis Puenzo y David “Coco” Blaustein denunciaron que el pedido de renuncia a Cacetta es “una cortina de humo” y advirtieron que se busca disimular que “vienen por el fondo de fomento cinematográfico”.
Blaustein dijo que “al igual que en el conflicto docente, aparecen políticas que no podés imaginar que sucedan” y afirmó que “hay una intención clarísima, vienen por el fondo de fomento cinematográfico, el corazón del Incaa, que son millones de pesos”.
Hasta el director de cine Juan José Campanella habló de una operación. “No hay una persona en la industria del cine, ni una, que tenga dudas sobre la honestidad de Alejandro Cacetta. Horrible y torpe opereta”, dijo.