La gobernadora María Eugenia Vidal parece no tener paz ni control sobre la provincia de Buenos Aires. Durante meses tuvo la espada de Damocles de la diputada nacional Elisa Carrió que deseaba ser candidata a senadora por la provincia. No solo eso, además la dirigente de la Coalición Cívica se dio el gusto de voltear al principal candidato de la gobernadora, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, al tratarlo de “delincuente” y con vínculos al narcotráfico.
Cuando Vidal parecía que tenía el camino libre para elegir sus candidatos –Carrió jugará en Capital Federal para enfrentar a Martín Lousteau- la Casa Rosada le vuelve a marcar la cancha. El jefe de Gabinete Marcos Peña fue a Pinamar y allí avisó que “todavía no hay candidaturas definitivas” en la provincia, decisión que tomará como corresponde al presidente Mauricio Macri.
Peña acompañado por su familia se tomó unos días en la costa para descansar aprovechando Semana Santa. Allí se mostró con el intendente Martín Yeza, uno de los nombres que podrían integrar las listas de octubre junto a Diego Valenzuela, otro de los intendentes jóvenes del PRO.
El gobierno sabe que en todas las encuestas esta debajo del peronismo y que la figura que más media era Carrió. De allí que no están convencido de llevar sólo candidatos desconocidos de la talla de Facundo Manes o Gladys González como quiere Vidal. Por ahora el presidente está pensando en su ministro de Educación, Esteban Bullrich, pero antes deberán resolver el conflicto docente.
Más allá de Bullrich, no hay que descartar otro “enemigo íntimo” de la gobernadora: Emilio Monzó, actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, que cuestiona a la gobernadora en privado y en público.
Peña tampoco quiso esmerilar totalmente a la gobernadora y en las declaraciones respaldo su lucha contra los maestros y les pidió a los sindicalistas docentes que “tengan generosidad y comprendan el contexto dónde estamos”. “María Eugenia ha tenido mucha valentía para abrir un debate necesario”, ya que existe “un problema presupuestario enorme, con una provincia quebrada, con grandes problemas de inversión pública en las escuelas y en la calidad educativa”, subrayó Peña.