En el marco del feroz ajuste sobre los más vulnerables, el gobierno de Mauricio Macri también dejó de pagar a cientos de estudiantes universitarios las becas del Plan Progresar, que se otorgan a jóvenes sin empleo o con bajos ingresos para que no abandonen sus estudios.
Los estudiantes más afectados son de universidades del Conurbano bonaerense, pero también hay casos en el interior. La problemática salió a la luz por la queja de los alumnos: Anses y el Ministerio de Educación nunca comunicaron la situación y no brindaron ningún dato, por lo que tampoco se sabe con precisión cuántos son los afectados. La beca se mantenía congelada en 900 pesos desde 2015.
“Me enteré porque fui al banco la semana que cobraba y la cuenta me daba cero, cero, cero. Fui a la Anses con mi papá y me dijeron que el beneficio estaba suspendido porque no cumplía con las dos materias aprobadas. Una mentira porque el año pasado aprobé cuatro”, dijo a Página 12 Patricia Acosta, estudiante de la Universidad Arturo Jauretche (UNAJ), quien contó que su hermana también dejó de percibir el Progresar este mes.
Juan Alberti, responsable de Bienestar estudiantil de la UNAJ, explicó que las casas de estudios brindaron en marzo toda la información actualizada al Ministerio de Educación. Las universidades cuyos estudiantes fueron afectados se están comunicando con la cartera de Educación, que es la encargada de reenviar toda la información a la Anses. Desde Educación, los funcionarios consultados aseguraron: “Estamos trabajando en la información con las universidades”.
Las universidades del conurbano son las más afectadas: Moreno, Lanús, Avellaneda, Quilmes, San Martín, Jauretche (Florencio Varela). Pero también se registraron casos en las de San Juan, Sur (Bahía Blanca), Río Cuarto y La Pampa. Y podría haber más casos en otras instituciones.
El ajuste en el Progresar ya estaba anunciado: en el presupuesto 2017 el Gobierno rebajó en más de un 30 por ciento los fondos destinados al programa. Los beneficiarios del plan llegaron a rozar el millón de personas –todos estudiantes de entre 18 y 24 años–, pero el año pasado comenzó un descenso de inscriptos que bajó a 905 mil a principios de 2016, volvió a bajar a 752 mil en julio, y este año apenas un poco más de 500 mil estudiantes lo perciben.