Por la presión que ejercieron los gremios docentes, el gobierno de María Eugenia Vidal cambió la modalidad de recuperación de días de paro y redujo así la cantidad de escuelas que deberán recuperar días de clases en las vacaciones: serán sólo 2 mil establecimientos de nivel inicial y primario, ninguna secundaria. Sin embargo, y en una nueva afrenta a los sindicatos que llamaron a no concurrir, el Ejecutivo advirtió que descontarán el día a los maestros que no concurran a dar clases.
La Dirección General de Cultura y Educación resolvió adaptar la polémica resolución 1131 y decidió que sólo deberán usar la primera semana de vacaciones los colegios que hayan perdido más de 10 días de clase por los paros de marzo. Las que tengan 5 días afectados por los paros dictarán clases en jornadas institucionales, mientras que las que alcancen hasta 10 días extenderán su calendario en diciembre.
El cambio redujo de cinco mil a dos mil el número de escuelas que tendrán clases del 17 al 24 de julio. Se trata de colegios de nivel inicial y primario, no secundario ya que las clases en ese nivel arrancaron una semana después y, por ende, tuvieron menos días de paro. Según el gobierno, se cambió la resolución “para generar el mínimo trastorno: para que los chicos puedan tener el corte de la actividad que necesitan y para la dinámica familiar”.
Lo que Vidal decidió mantener es la amenaza de descontar los días a los maestros que no vayan a trabajar y estén convocados por la dirección del colegio. El Frente de Unidad Docente -integrado por FEB, SUTEBA, SADOP, UDOCBA, AMET y UDA- llamó a sus afiliados a no acatar la resolución 1131.
“El gobierno habla de días de clases perdidos, pero nosotros creemos que lo que se deben recuperar son los contenidos. Es un anuncio de castigo a los docentes, no un anuncio real para los alumnos que han perdido días de clase”, sentenció la secretaria gremial de SUTEBA, María Laura Torre. “Los docentes nos comprometimos con recuperar los contenidos como nos comprometimos siempre, como cuando fue la gripe A, como cuando fueron los 20 días de paro al gobierno de (Daniel) Scioli…”, agregó Torre, quien dijo que una estrategia para recuperar contenidos “es hacer trabajos domiciliarios”.
Desde la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) aseguró que se trata de una medida de “carácter disciplinatorio y es parte de una avanzada contra los docentes”. El gremio sostuvo que el Gobierno “desoye el dictamen al Consejo General de Educación quien rechazó (la medida)” y advierte que “se muestra un discurso conciliador y abierto al diálogo, pero terminan siendo decisiones autoritarias”.