Los números de las PASO de ayer dejaron mal parado al líder del Frente Renovador y precandidato a senador de 1 País, Sergio Massa, de cara a la renovación en la Legislatura bonaerense. Si repite los números en los comicios de octubre, podría ver reducidos sensiblemente los bloques que hoy mantiene en Diputados y el Senado y que le permitieron ser el socio de María Eugenia Vidal que le garantizó las leyes y la gobernabilidad. ¿Podrá mantener su poder?
El Frente Renovador pondrá en juego en octubre 18 de sus 28 bancas. En el Senado hoy cuenta con nueve bancas, de las cuales pone siete en juego. En la Cámara de Diputados, renovará 11 bancas y mantendrá 8 hasta 2019. Los legisladores que terminan su mandato son los que ingresaron en 2013, en la elección legislativa en la que Massa arrasó.
En cuatro secciones electorales se eligen los 23 senadores con mandato 2017-2021: 8 en la primera, 7 en la cuarta, 5 en la quinta y 3 en la séptima. Según los resultados provisorios y parciales que dio a conocer el Ministerio del Interior, el oficialismo estaría ganando en las cuatro secciones y por lo tanto se llevaría la mayor parte de las bancas en juego. De esta manera, el oficialismo se quedaría con 12 lugares, Unidad Ciudadana conseguiría 7 y 1País cosecharía sólo 4 (perderá tres).
De esta forma, la bancada de Cambiemos en el Senado estaría integrada por 25 legisladores, la del FpV más lo alcanzado por Unidad Ciudadana alcanzaría un bloque de 15 y el massismo contaría con 6 (hoy tiene 9).
Por otro lado, tres secciones eligen diputados provinciales: 11 la segunda, 18 la tercera, 11 la sexta y 6 la octava sección. Siempre según el resultado provisorio de estas pasos, el bloque de Cambiemos alcanzaría los 43 miembros, al sumar 22 a los 21 que cuenta, mientras que los 17 legisladores de los tres bloques en que se divide hoy el FpV podrían llegar a 34 si se suman los 17 de Unidad Ciudadana. El massismo quedaría con 15 miembros (hoy tiene 19).
Si los guarismos se repiten, Cambiemos saldrá fortalecido pero aún así seguirá necesitando negociar con la oposición para conseguir los dos tercios necesarios para votar el fuerte endeudamiento que volverá a pedir este año como parte del presupuesto y la ley fiscal 2018. La incógnita es con quién acordará Vidal después de octubre. ¿Massa podrá mantener el rol de interlocutor con el 30% de bancas menos?