En una maniobra burdamente electoralista que busca disimular un nuevo tarifazo del gas, el gobierno dispuso que los meses de mayor consumo no registren un fuerte impacto en lo que se deba pagar, y se pueda postergar para después de los comicios legislativos el monto que corresponda al 50 % de las facturas emitidas entre el 25 de agosto y el 31 de octubre.
Justamente, esas boletas incluyen los consumos del bimestre julio-agosto, meses en los que se concentra la mayor demanda anual de gas. La medida busca beneficiar a los clientes residenciales, y la única finalidad es evitar que lleguen facturas con fuertes subas cuando los comicios de octubre ya estén a la vuelta de la esquina.
Por lo tanto, en la extraña maniobra pergeñada por el ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren, se dispone que una vez pasadas las elecciones, los usuarios deberán afrontar el 50 % que les quedó pendiente, junto con el monto del próximo período, pero para ese momento ya habrán votado.
Es más, se establece que el costo financiero que implique para las distribuidoras postergar pagos a transportistas y productoras de gas debido a de los menores ingresos que perciban, será afrontado por el Estado nacional.
En otras palabras, y con el más que claro objetivo de evitar que el tarifazo influya negativamente en el ánimo de los votantes en la recta final de los comicios de octubre, se podrá pagar, por única vez, en la modalidad de cuatro cuotas…
Para que se entienda mejor: si a un hogar le correspondiera pagar 1.000 pesos por el consumo bimestral de gas de julio y agosto, entre fines de septiembre y octubre le llegará una factura de 500 pesos, que podrá pagar en dos cuotas de 250 mensuales, y entre fines de octubre y noviembre le llegará otra factura de 500, que también podrá abonar en dos cuotas de 250 pesos.
Claro, la cuestión es que los 500 pesos que le lleguen a ese usuario residencial después de las elecciones legislativas, se sumarán al gasto correspondiente a su próxima factura.
En una carta enviada al Enargas, Aranguren sostiene que esta medida se toma “considerando la incidencia de los mayores consumos de gas característicos del período invernal en la facturación del servicio y su efecto en la economía de los hogares”.
Obviamente no hace mención a las elecciones de octubre. Ni tampoco recuerda que el año pasado no se había tomado una medida de estas características.