El presidente Mauricio Macri ya resolvió que después de las elecciones de octubre se viene un “mega ajuste”con recortes superiores a los 100.000 millones de pesos. El trabajo, todavía secreto pero que hoy adelantó Marcelo Bonelli en Clarín, fue elaborado por Mario Quintana y Gustavo Lopetegui con la colaboración del cada vez más influyente Nicolás Dujuvne.
El ajuste implicará recorte de subsidios a las tarifas energéticas y aumento en la presión tributaria y la actividad económica. Ello implica que volverán a aumentar las tarifas de luz, gas y transporte el próximo año, además de los aumentos que vendrán en noviembre.
El gobierno tiene planificado que el gasto global tendrá un tope del 15% con lo cual se prevén recortes y despidos en el Estado. Lo único que crecerá hasta el 22% será el presupuesto del ministerio de Desarrollo Social, excusa que utilizará el gobierno para que no lo ataquen con el ajuste del presupuesto en el Congreso.
El aumento de las tarifas en un 30% implicará que los alimentos volverán a subir y con ello golpeará a la economía familiar.
Desde el gobierno ya adelantan que habrá freno en las paritarias para que no superen el 15%, algo que producirá tensión con los gremios que este año perdieron en los acuerdos paritarios por debajo de la inflación.
En el informe secreto de los vicejefes de la Jefatura de Gabinete afirman que el rojo del déficit se volverá a financiar con deuda, con lo cual mantendrán un dólar atrasado. Desde que Macri llego al gobierno su déficit aumento considerablemente y hoy es de 500.000 millones de pesos, en parte porque se frenó la exportación de productos argentinos y aumentó la importación de productos.
Otro de los temas preocupantes es que mientras el Banco Central mantenga una tasa de 27% nadie querrá invertir en el país, prefiriendo la bicicleta financiera, creando una monumental deuda cuasifiscal que algún día estallará. Es una verdad de perogrullo que tasas altas y dólar bajo anulan cualquier interés en inversiones productivas en el país.
En los próximos días se presentará el nuevo presupuesto en el Parlamento. El gobierno volverá a fantasear que el año que viene la economía crecerá cerca del 4 por ciento.
Mientras tanto, Jaime Duran Barba hablará con los candidatos para que nieguen “cualquier ajuste”.