María Eugenia Vidal está dispuesta a todo para ganarle la elección a CFK en la provincia de Buenos Aires. Lo ha tomado como un desafío personal y además sabe que una derrota en territorio bonaerense en octubre sólo podría apagar su rutilante estrella de cara al 2019.
Pero sabe que ir contra la ex presidenta es una causa perdida, al menos por ahora. Su tarea es un poco más sutil e indirecta: atacar a los intendentes más cercanos a Cristina con el afán de esmerilar sus administraciones.
No sólo les ha quitado presupuesto y ayudas que si reciben otros jefes comunales, en particular los de su propio signo político o que pertenecen al espacio Cambiemos, sino que ha machacado contra sus figuras y tanto ella como algunos de sus funcionarios más cercanos, han operado en esos municipios díscolos para hacerlos aparecer como invivibles.
Basta recordar las operetas contra el lomense Martín Insaurralde con el tema de La Salada o los desplantes a la matancera Verónica Magario y sus mil intentos de dividir el distrito más importante para quitarle poder. En ese esquema perverso y discriminador, también puede inscribirse los bulos contra Patricio Mussi de Berazategui o de Mario Secco, jefe comunal de Ensenada. Pero en todas ha fallado y desde Casa Rosada ven con preocupación y enojo contenido esa situación que a las claras ha resultado un rotundo fracaso.
Por eso el nuevo apuntado para otra operación contra un intendente afín al kirchnerismo es Walter Festa. El alcalde de Moreno carga con el “estigma” de pertenecer a la agrupación más odiada por el macrismo y más demonizada por los medios hegemónicos: “La Cámpora”.
Además, a Vidal, sus funcionarios y sus encuestadoras afines, le habían hecho llegar datos según los cuales Festa llevaba adelante una pésima administración en Moreno y daba por descontado un triunfo seguro de Esteban Bullrich en ese distrito.
Pero las PASO le devolvieron una cachetada de realidad a la gobernadora. Festa no sólo ganó las primarias, sino que consolidó aún más poder en su distrito, ampliando los porcentajes con que había triunfado en 2015.
Por eso mismo, no es extraño que ahora Clarín en sintonía con Vidal estén tramando una “campaña sucia” contra el intendente camporista para intentar cargárselo y tal como publicó hoy el matutino de Magnetto, hablen de “organizar un escrache a Vidal” aunque en la misma nota se aclara que la gobernadora no tenía pensado ir y según Clarín, Festa viene siendo noticia desde hace semanas por varios motivos: publicaron su supuesto recibo de sueldo de más de 400 mil pesos, además de culpar a Vidal por no pagarle los sueldos a los municipales y “se volvió uno de los escuderos más fieles de Cristina”.
Justo este viernes que la ex presidenta estará por Moreno como parte de su recorrida de campaña.