María Eugenia Vidal sabe que de aquí a los próximos días ya no tendrá margen de error posible. Si pretende que Cambiemos finalmente le gane la pulseada a Cristina Kirchner el 22 de octubre, no le queda otra alternativa más que seguir siendo la cara visible de esa alianza en el último tramo de campaña.
La gobernadora bonaerense es consciente de que, más allá de que las encuestas hoy estén otorgando una luz de ventaja a la lista que encabeza Esteban Bullrich, la diferencia es demasiado estrecha como para cantar victoria antes de tiempo. Después de todo, hace dos meses sus candidatos a senadores perdieron en las PASO frente a la ex presidenta.
El panorama, que por estas horas genera más dudas que certezas, llevó a que los asesores de Vidal la empujaran a participar en distintos espacios televisivos para apuntalar a los principales postulantes de Cambiemos, y llegar así a la mayor audiencia posible.
En carpeta figuran su próxima aparición en “Intratables” y en alguna de las mesazas de Mirtha Legrand.
Además, y teniendo en cuenta que sigue gozando de una buena imagen, seguirá participando en actos junto al presidente Mauricio Macri, además de intervenir en timbreos.
Es que más allá de las sonrisas de rigor que intentan reflejar aires triunfalistas, en las proximidades de la gobernadora reconocen que “hoy está instalado que ganamos cómodos, pero por ahora es pura espuma y lo único que hace es desalentar la participación, y eso es lo que le conviene a Cristina, por lo que no nos podemos dormir”.
Por eso mismo, Vidal, poniéndose el equipo al hombro, en los días que restan hasta las elecciones, buscará seducir a esa porción de electores que no suele votar en las PASO, pero que después sí lo hace en las generales.
Y, claro, en el entorno de la gobernadora tienen en cuenta que en los comicios de 2015 ese sector representó algo más de 600 mil votos, una cifra que —de repetirse— podría resultar determinante si se tiene en cuenta que en las primarias Cristina le sacó a Bullrich una diferencia de algo más de 20 mil sufragios.
1 comentario
No se hagan los rulos con el triunfalismo …!