Por Alfredo Silletta. “Que fantástica, que fantástica esta fiesta”, la canción de Raffaella Carrá, explotaba en el inconsciente de Elisa Carrió y Mauricio Macri en el cierre de campaña en Ferro. Minutos antes del inicio del acto, en horas del mediodía, se enteraban que el Poder Judicial había decidido cinco días antes del comicio pedir la detención de Julio De Vido. Carrió gritaba “Ah, ah… ¡Qué caviar, qué champagne!”. Luego agregaba que el próximo “será Aníbal Fernández”. El presidente, también eufórico, afirmaba que “hemos empezado a echarlos del país, es un largo camino, pero vamos muy bien. No vamos a parar. Y ojo con aquellos que son cómplices de lo que sucedió la década pasada. Ojo con aquellos que creen que, desde la política, la Justicia, el empresariado y sindicalismo pueden ser socios. Van a terminar como los narcos, todos presos”.
La euforia que vivía el presidente se terminó al finalizar el acto. Volviendo a Casa Rosada le informaron que “apareció un cuerpo en el río Chubut que sería de Santiago Maldonado”. En pocos minutos las caras en la Jefatura de Gabinete se transformaron. Peña atinó a señalar que hay que mandar a un funcionario a Chubut. Le tocó a Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos y fiel a su estilo dejaron trascender la información a través de periodistas amigos.
Un memorioso en la Rosada recordó lo sucedió en el atentado de Atocha del 2004 en Madrid. El presidente del gobierno español, José María Aznar, lanzó públicamente que fue un atentado de la ETA (luego se supo que eran grupos islámicos) y la gente castigó esa mentira tres días después del atentado en las urnas votando al partido Socialista opositor, cuando hasta ese día le daba un amplio triunfo al partido Popular.
Hoy en horas de la mañana, el analista político Rosendo Fraga, muy cercano al gobierno, afirmó que el gobierno “ya no puede” seguir cometiendo errores con la información sobre Santiago Maldonado. “Esto no cambia el resultado nacional ni el resultado en la ciudad, pero hay que observar si cambia el resultado en provincia. Va a ser fundamental cómo lo maneje el gobierno en las próximas horas”, dijo Fraga.
Los medios hegemónicos que soñaban hoy con publicar grandes titulares con el desafuero y detención de Julio de Vido, debieron cambiar su portada por el caso Maldonado. Anoche Carrió estaba desencajada y deliró como pocas veces: habló de Santiago como Walt Disney y culpó por su muerte a Sergio Berni.
El presidente Macri ordenó que ningún funcionario hable del tema hasta que la Justicia confirme si es o no Maldonado. “Que nadie hable”, ordenó Marcos Peña y llamó especialmente a Patricia Bullrich para que se ponga tres candados en la boca. “Lo único que nos falta es que Patricia salga a defender a los gendarmes”, dijo una alta fuente en la Rosada.
El gobierno ya sabe que, si es Maldonado la cabeza de Bullrich y la de su jefe de Gabinete, Pablo Nocetti serán descabezadas. Nocetti, además tiene muchas posibilidades de terminar preso por encubrimiento en una desaparición forzada.
Macri, por temor a una movilización a Plaza de Mayo convocada por sectores de izquierda decidió continuar sus actividades en la residencia de Olivos. Hoy tiene planificado ir a Montevideo para participar en la Conferencia Mundial de la Organización Mundial de la Salud y de allí pensaba ir directo a La Plata, para compartir el último acto de campaña con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, pero finalmente decidieron levantarlo por “respecto a la familia de Maldonado”.
Cristina Kirchner ya había suspendido su visita de hoy a la localidad de Almirante Brown.
Se le frustró la fiesta a Macri
2 Comentarios
Seguro van a salir a decir que lo mataron los mapuches y tiraron el cadaver ahi… seguro que lo tenían en ese ranchito de 2×2 que se vé en las fotos.
Tengo el mismo presentimiento que Raúl H