El presidente Mauricio Macri deslizó, en una de las tantas reuniones que tuvo en Nueva York, que “irá por la reelección” en el 2019 y que su compañera de fórmula sería “Elisa Carrió”. “Mi proyecto es de continuidad. Me quedan seis años de gobierno y después vendrán ocho años más de Cambiemos”, aseguró el presidente ante ejecutivos de empresas, banqueros y representantes del mundo financiero.
En los pasillos de la Casa Rosada circuló con fuerza la decisión del presidente de llevar a Carrió como vicepresidente. María Eugenia Vidal irá por la reelección en Buenos Aires, de allí que el presidente le otorgó un “regalo” de 65 mil millones de pesos para obras, parte de lo que fue el Fondo del Conurbano.
Por último, Horacio Rodríguez Larreta irá por la reelección en la Capital Federal, por lo cual quedará pensar quiénes integraran la fórmula en el 2023: Larreta, Vidal o Marcos Peña. A Gabriela Michetti le tocará una embajada importante en Europa, la que ella quiera.
El esquema de Macri trastabilló en las últimas horas, cuando envió a un hombre de su confianza al Congreso para pedirle a Lilita Carrió que debe olvidarse del pedido de juicio político a Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia, el principal alfil de Macri en la Justicia. Pero a Carrió, que ya había escuchado la versión sobre su vicepresidencia, no le importó mucho y decidió terminar a los gritos con el mensajero presidencial. Allí anunció que continuaría con su ataque a Lorenzetti y, de paso, afirmó en Twitter que deseaba que “Macri vaya por la reelección”.
En las últimas horas, hubo preocupación por el rol de la diputada de la Coalición Cívica, que no sólo desairó el pedido del presidente, sino que a los gritos insultó a los legisladores y especialmente a Margarita Stolbizer quien después del 10 de diciembre iba a ser tentada para sumarse a Cambiemos.
El presidente, ante la preocupación de algunos de sus hombres de confianza, reiteró que “todavía es mi candidata a vice”, pero falta mucho para el 2019.