La idea fija del Gobierno para bajar la inflación el año próximo, es renegociar los salarios a la baja. Por esa razón, ya está decidido que las negociaciones paritarias venideras deben realizarse con un número único sobre la mesa: 10 %. De llevarse a la práctica, se trataría del número más bajo en más de una década.
Para saber de qué se trata, basta con prestar atención a lo que dijo en las últimas horas el secretario de Hacienda, Sebastián Galiani: “Queremos que las paritarias tomen la meta inflacionaria, y agreguen las ganancias de productividad que tuvieron. Que las empresas paguen los salarios que pueden pagar, sin afectar su competitividad”.
De ahí que todas las miradas se dirigen al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, que tendrá como objetivo regenerar la confianza para que todos crean en su meta inflacionaria para 2018 que justamente fijó en 10 %.
El problema es que este año la brecha del 12 / 17 % le valió una avalancha de críticas, teniendo en cuenta que todas las negociaciones paritarias apuntaron a tomar, de base, el 17 % que marcaba el ‘techo’ del BCRA. Sin embargo, la gran mayoría de las cláusulas gatillo que cerraron en 2017 lo hicieron sobre la base del 21 %.
La gran apuesta del Gobierno será a enfriar la economía en los próximos meses, por lo que para combatir la inflación la idea no será frenar la emisión monetaria, sino los salarios renegociados a la baja. Y con ese fin, se utilizarán las paritarias en el sector público.
Precisamente, días atrás el presidente Mauricio Macri les sugirió a los gobernadores que bajen los sueldos estatales, ya que considera que los salarios de los empleados públicos son muy altos e impiden las inversiones del sector privado. Pero fue más claro: les dijo que todo tomaba un sentido en función de la próxima paritaria.
Mientras, en la Casa Rosada observan con simpatía el reciente acuerdo alcanzado en Tierra del Fuego con la UOM, y que significará congelar negociaciones paritarias por dos años, a cambio de que no haya despidos. Y por eso, no se descarta que en los sectores más perjudicados de la economía podrían llegar a plantear un acuerdo de estas características.
En tanto, en los próximos días podrían activarse las “cláusulas gatillo” de varios acuerdos paritarios, ya que en los primeros diez meses del año la inflación sumó 19,4 %, apenas una décima de diferencia respecto de, por ejemplo, la paritaria del sindicato bancario que conduce Sergio Palazzo, quien pactó un ajuste de 19,5 % para todo 2017.