En otro demoledor artículo, el escritor y ensayista Jorge Asís público hoy en su blog una nota sobre el rol del “peronismo perdonable” que, atemorizado por el presidente Mauricio Macri, aceptan todos los pedidos de Cambiemos al reconocer que el presidente irá por la reelección y se quedará hasta el 2023.
Asís cuenta que el “peronismo perdonable”, concentrado entre los gobernadores y el Senado, prefiere mostrarse republicano, sensato y racional. “Incluso, alguno de los gobernadores moderados del PP puede ilusionarse con formar parte de la fórmula en 2019. Una suerte de Macri-Urtubey. O tal vez, por qué no, Macri-Schiaretti”, dice Asís.
Lo que no comprenden en el “peronismo perdonable” es que el gobierno todavía no arrancó, que vive de criticar al kirchnerismo o en las últimas semanas de meterlos presos sin condena, pero “hasta cuando” se pregunta Asís se puede vivir hablando de la pesada herencia. Asís afirma que este gobierno “es una vuelta mejorada a la contrarrevolución de 1955, en un país peor, con fusilamientos mediáticos”.
“Los inversores aguardados le corren el arco. Los capitales se apasionan exclusivamente con la lícita especulación. Mientras tanto la rutina del endeudamiento sistemático, en el país sobriamente estancado, amenaza con los nubarrones del horizonte indescifrable”, señala Asís.
En la nota, cuentan que en el gobierno hay preocupación por la decisión de Miguel Angel Pichetto de aislar a Cristina del bloque de los gobernadores, porque implica darle el rol de única opositora. “Significa cederle, en exclusiva, a La Doctora, el amplio escenario de la contestación. De la oposición más dura, en su caso bastante fundamentada. Por las persecuciones mediáticas y judiciales que Macri dista de controlar. En los momentos trascendentales en que el gobierno no arranca, cuando hasta le cuesta superar la magnitud de sus propios pretextos”, dice el ensayista. Y agrega: “Para colmo La Doctora atrae, en simultáneo, ya no sólo a los buscapinas del frepasito tardío. Atrae, aparte, a los sectores más esclarecidos de la izquierda real. Los que necesitan llegar al esternón de los sectores populares. Y nunca dispusieron, para sus modestos frentes, de ningún candidato que les asegure, de pique, 20 puntos.
En su nota, también habla como Macri “uso” primero y luego demolió a Sergio Massa, para sacarle votos al peronismo y a Martín Lousteau con Elisa Carrió. Y se pregunta qué hará Macri con Hugo Moyano: Negociar o meterlo preso.
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