El gobierno no se conforma con poder quedarse con 100.000 millones de los jubilados, quiere además vender las acciones de la ANSeS y terminar colapsando el sistema de reparto público, para luego sí, volver al sistema privado o a un sistema mixto con fondos de jubilación como en Estados Unidos.
El gobierno trabaja en secreto en vender parte de las acciones valuadas en 100.000 millones a bancos nacionales y extranjeros para recaudar unos 1250 millones de dólares.
Luis María Blaquier maneja el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS y estuvo negociando con fondos de inversión en Wall Street. La idea del gobierno es que el 13% del total del fondo sea vendido, pero antes necesitan aprobar una ley para que sean autorizados.
Si el Congreso le facilita la administración, van a vender en bloque a bancos sin que nadie lo note, y así pagarán los juicios jubilatorios. Saben que si quieren reducir el déficit deben vender activos, pues la estrategia de pagar con flujo del ANSeS no cierra.
Las empresas quieren comprar las acciones que el gobierno tiene de la época que se estatizaron las AFJP. Paolo Roca, el Grupo Clarín, el Banco Galicia y otros quieren recomprar las acciones para que le Estado no se mita en sus números.
Paralelamente, el gobierno tratará en el Senado la Ley de Mercado de Capitales, ahora aggiornada ahora como Ley de Financiamiento Productivo. En uno de los puntos, se dice que se podrán deducir de ganancias las inversiones en seguros de vida y fondos de retiro. Por lo pronto, a partir de 2018 toda persona que pague ganancias va a poder poner como deducción un seguro de vida o un fondo de inversión en retiro.
Los bancos, por su parte, podrán empaquetar las hipotecas y ofrecerlas a fondos que inviertan en estos fondos jubilatorios de largo plazo. Lo que genera para el banco es que sea más solvente su crédito de largo plazo para las viviendas.
La premisa es imitar el concepto de 401k que se utiliza en los Estados Unidos: si se retiran los fondos antes de la edad jubilatoria hay que pagar el impuesto, pero si las inversiones se mantienen en el tiempo no.
Por ahora la deducción del seguro de vida son $ 996 anuales, pero la idea es que lo aumenten, aunque el tema del monto quedará a potestad del Poder Ejecutivo.
En consecuencia, beneficiará a más de un millón de asalariados con capacidad de ahorro que hoy tienen depósitos. Son los alcanzados por el impuesto a los plazos fijos, bonos y Lebac que ganan por encima del mínimo no imponible de ganancia.
A su vez, el sistema está pensado para conquistar a los milennials que recién empiezan su carrera laboral y puede ahorrar a largo plazo. Esto favorece a todo el sistema de crédito, porque con fondeo de largo plazo los trabajadores que ahorren podrán financiar la vivienda de otros asalariados mediante el mercado hipotecario.
La idea del gobierno es que cuando las jubilaciones sean cada vez más bajas, los argentinos empezarán a ahorrar en fondos de pensiones, una alternativa moderada a las viejas AFJP.