Más de 40 días después de la desaparición del submarino ARA San Juan, todos los indicios apuntan a que la investigación sobre el trágico episodio se centrará entre altos oficiales de la Armada, por lo que se dejarían de lado las responsabilidades políticas, como es el caso del ministro de Defensa, Oscar Aguad.
Precisamente, el funcionario reapareció hoy públicamente, para encabezar la ceremonia de zarpada del rompehielos “Almirante Irízar”, en lo que fue su primera misión después del incendio que sufrió en 2007. Aguad prefirió mantener un bajísimo perfil desde que la embarcación despareció el 15 de noviembre, con 44 tripulantes a bordo.
Mientras tanto, crece un fundado temor entre los oficiales de más alta graduación de la Armada, por la posibilidad de terminar en el banquillo de los acusados en un juicio oral, tal como ocurrió con las tragedias de Once y de Cromagnon.
Según revela hoy el diario La Nación, en documentos secretos aparecen versiones encontradas y denuncias mutuas por supuesta negligencia en la gestión de la crisis por la pérdida del submarino. Además, incluyen desde cuestionamientos por la aparente adulteración de actas y filtraciones de comunicaciones, hasta la supuesta intervención de teléfonos para eliminar mensajes enviados o recibidos por WhatsApp.
Dos altos oficiales quedaron en particular bajo la lupa. Son el comandante de Adiestramiento y Alistamiento -el virtual número tres de la Armada, con asiento en la base naval de Puerto Belgrano-, el contraalmirante Luis López Mazzeo, y el comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide, máximo jefe de la base naval de Mar del Plata y superior directo del jefe del ARA San Juan.
Por otra parte, la suerte corrida por el submarino se trasladará al Congreso: el Senado tiene previsto sancionar mañana una ley que crea una comisión investigadora de la tragedia.El proyecto fue aprobado la semana pasada por unanimidad en Diputados, y todo indica que recibirá el mismo respaldo en la Cámara alta, teniendo en cuenta la sensibilidad del tema.
La semana pasada, el bloque kirchnerista del Senado organizó una reunión con familiares de los 44 tripulantes del San Juan, quienes contaron las angustiantes horas que viven ante la incertidumbre por la suerte de sus seres queridos y exigieron que no cese la búsqueda de la nave.
En medio de escenas de llanto y voces quebradas, también se escucharon reproches por el maltrato de la Armada a los familiares, por la falta de contención e información fidedigna sobre el incidente y hasta uno de los presentes se animó a deslizar sospechas sobre el mantenimiento de la nave y las supuestas presiones de la Armada a los marinos para que no contaran pormenores del estado de conservación del submarino.
La comisión tendrá amplias facultades para investigar, estará integrada por seis senadores e igual cantidad de diputados y tendrá un plazo de un año, extensible por un año más, para emitir un informe final sobre las causas que llevaron a la tragedia del San Juan.