Cientos de personas marcharon este sábado hacia la casa del represor Miguel Etchecolatz, en la ciudad de Mar del Plata, para repudiar la prisión domiciliaria con la que fue beneficiado días atrás.
La casa del exdirector de la Brigada de Investigaciones de la Policía bonaerense durante la última dictadura militar se encuentra en el barrio Peralta Ramos y permanece custodiada por un vallado policial desde que el emblemático represor de 88 años se alojó allí la semana pasada tras sufrir un accidente cerebrovascular en agoto pasado mientras cumplía su detención en el Complejo Penitenciario de Ezeiza.
El escrache a Etchecolatz forma parte de una serie de manifestaciones de repudio a su detención domiciliaria concedida el 27 de diciembre por un tribunal debido a su edad avanzada y a problemas de salud que planteó su defensa.
El represor fue director de Investigaciones de la entonces temible Policía de la Provincia de Buenos Aires entre marzo de 1976 y fines de 1977 y estuvo a cargo de los 21 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que funcionaron en el distrito.
“Fuera Etchecolatz”, gritaron los manifestantes que llevaban caretas blancas con la leyenda “Julio López”, en recuerdo del dos veces desaparecido albañil.
López, testigo clave en una de las causas contra el represor por delitos de lesa humanidad, salió de su casa en la localidad platense de Los Hornos el 18 septiembre de 2006 para presenciar los alegatos del juicio que llevaba adelante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata: pero nunca llegó y a casi 12 años de su desaparición no hay indicios serios sobre qué sucedió.
Etchecolatz acumuló cinco condenas a prisión perpetua desde 2006, tras la anulación de las leyes de amnistía.
A solo 400 metros de su casa está la residencia de una de las víctimas a las que secuestró y torturó.
Vecinos se sumaron a la manifestación de repudio con aplausos y gritos contra el represor.
Las manifestaciones, impulsadas por organizaciones defensoras de los derechos humanos, comenzaron el pasado viernes con una marcha y seguirán “hasta que se vaya”, anticiparon los organizadores de las marchas, en las que se reclama que el represor cumpla su condena en “cárcel común, perpetua y efectiva”.
Bajo la consigna “Ni un minuto de paz para los genocidas”, fueron convocadas varias marchas este fin de semana en Mar del Plata, principal punto turístico de la Costa atlántica bonaerense y en plena temporada de vacaciones.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6, que benefició a Etchecolatz, también autorizó a otro represor, el médico Norberto Bianco, a vacacionar en la vecina playa bonaerense de Mar de Ajó, ubicada en el Partido de la Costa.
Bianco se desempeñó como jefe de la maternidad clandestina del centro de tortura de Campo de Mayo, en donde las desaparecidas embarazadas daban a luz amarradas a sus camas y los bebés eran robados y entregados en adopciones ilegales.
Ante esa decisión judicial, el Concejo Deliberante del Partido de la Costa declaró a Bianco “persona no grata” y el intendente local, Juan Pablo De Jesús, presentó una apelación en la Cámara de Casación Penal para que se revoque el fallo que lo había a vacacionar en Mar de Ajó.
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