Como parte del plan para desbancar a intendentes peronistas del Conurbano, la gobernadora María Eugenia Vidal ya le adelantó a la senadora nacional Gladys González que su destino en 2019 será pelear la intendencia de Avellaneda, un distrito donde hoy gobierna Jorge Ferraresi, uno de los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner y que mejor performance electoral tuvo en octubre pasado.
Gladys, a quien Jaime Durán Barba calificó como “un clon” de Vidal, ya compitió por ese cargo en 2015 y perdió justamente contra Ferraresi, pero no podrá decir que no si la gobernadora se lo pide y le garantiza el arrastre de votos que le traería su propia campaña por la reelección al frente de la Provincia.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, también busca convencer a Gladys de presentarse ya que la movida lo beneficiaría por tratarse Avellaneda de un distrito lindero a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los tres saben, no obstante, que no será una tarea fácil ya que Ferraresi mide bien, tiene las cuentas ordenadas (tanto que se negó a firmar el pacto fiscal de Vidal) y fue respaldado en las urnas a nivel local por el 42% de los votos, superando la marca que sacó incluso la ex presidenta.
Si bien en la última elección jugó el referente local Sebastián Vinagre, en el PRO creen que Gladys será una candidata más atractiva que ya cuenta, además, con el nivel de conocimiento que le dio la campaña 2017 al lado de Vidal.
Un dato que no pasa desapercibido para los operadores de Cambiemos es que la salida de Gladys del Senado Nacional habilitaría la llegada de un hombre de extrema confianza de Mauricio Macri, José Torello, quien hoy es jefe de asesores del Presidente.