Sin el respaldo del peronismo y con la CGT en contra, el gobierno de Mauricio Macri resolvió partir la reforma laboral en varios proyectos de ley para poder ir consiguiendo los objetivos de a poco. La decisión fue confirmada ayer por el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
“No es de vida o muerte que sea una sola ley o varias leyes”, afirmó Peña ayer y destacó que “van a haber modificaciones normativas que el Congreso definirá”. Y agregó: “Lo que no podemos aceptar es que no haya cambios en un sistema laboral injusto y obsoleto”.
Entre los primeros proyectos que Macri enviaría al Congreso están el blanqueo de trabajadores informales, los esquemas de capacitación laboral o beneficios como extender licencias por paternidad. Claro que, como sucedió con el megadecreto para simplificar trámites y bajar costos de producción y con el decreto que dio de baja la paritaria nacional docente, el gobierno también usará esa vía para dar en el Congreso sólo los debates estrictamente necesarios.
Héctor Daer, secretario general de la CGT, avaló la posibilidad y sostuvo que “fragmentarla es una buena iniciativa” del Ejecutivo. En declaraciones a radio Continental, sostuvo que de esa manera “se va a poder desagregar más los contenidos y debatirlos más profundamente. Es la medida que se debería haber tomado de entrada”.
Daer se refirió también a la discusión paritaria y definió como “fundamental mantener la cláusula gatillo”. “Durante los últimos dos años escuchamos pronósticos de inflación que no se cumplieron. Ahora estamos ante una nueva disyuntiva, y queremos que al Gobierno le vaya bien y baje la inflación, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados si los trabajadores pierden poder adquisitivo”, explicó.