La Caffeteria del Parlamento, a menos de diez cuadras de la Fontana di Trevi, en Roma, fue una de las paradas que quedaron registradas en medio de las extensas vacaciones de Elisa Carrió por Europa. El descanso de la diputada arrancó a principios de enero, y buscaron mantenerlo en secreto.
Luego de celebrar su cumpleaños número 61 en Buenos Aires y de ensayar una justificación a sus ausencias en Diputados al lamentar que ya no tiene “cuarenta años y más vitalidad para tener asistencia perfecta en la Cámara”, Carrió partió a Europa junto a su familia. Allí logró reunir a sus hijos menores, Victoria e Ignacio, fruto de su segundo matrimonio, con Enrique, el hijo mayor, que vive en México y que llevó a la pequeña Paula, la única nieta de la líder de la Coalición Cívica. Visitaron el Coliseo, pasearon en góndola por Venecia y se sacaron fotos en la Torre Eiffel, en París.
Según comentaron a PERFIL allegados a la diputada, durante su viaje “no habla nadie con ella” pero a nivel interno reconocieron que hay expectativa sobre cuestiones de coyuntura que esperan definiciones. Entre esos temas mencionaron la situación del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tras el escándalo con su empleada doméstica, y el presente de la familia Moyano y la empresa OCA, involucrados en presuntos casos de lavado de dinero y evasión impositiva.
Aunque todavía no se revela su fecha de regreso, tiene pendiente una invitación para el programa de Mirtha Legrand en febrero, pero no saben si llegará…