El Papa Francisco envió un durísimo documento al inminente Foro de Davos, del que participará el presidente Mauricio Macri. El Papa, que recientemente visitó Chile y Perú, exhortó a los líderes mundiales a “asumir la responsabilidad” para acabar con la pobreza, a ofrecer oportunidades reales a las personas para alcanzar un desarrollo humano integral y a poner en práctica políticas económicas que favorezcan la familia.
El mensaje está dirigido al profesor Klaus Schwab, economista y empresario alemán fundador del Foro Económico Mundial. La carta fue leída por el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio Humano Integral, y fue difundida por la .
“Es un imperativo moral, una responsabilidad que nos concierne a todos, de crear las condiciones apropiadas para que todos vivan de manera digna”, subrayó Francisco. “No podemos quedarnos en silencio ante el sufrimiento de millones de personas cuya dignidad está herida, no podemos continuar más hacia adelante haciendo como que la pobreza y la injusticia crecientes no tienen una causa”, sostuvo en el pasaje más crudo de su misiva y apuntando contra los efectos de la política neoliberal.
El Papa invitó a “crear un futuro compartido en un mundo fracturado” y señaló la necesidad de “sociedades incluyentes, justas y compasivas” que permitan “superar la fragmentación” y trabajar juntos en el contexto de un mundo globalizado. “Es vital salvaguardar la dignidad de la persona, en particular al ofrecer a todas las personas oportunidades reales para un desarrollo humano integral y al implementar políticas económicas que favorezcan a la familia”, subrayó.
Francisco recordó que el mundo empresarial tiene un potencial enorme para llevar a cabo cambios sustanciales, pero pidió descartar la “cultura del usa y tira” y apuntó a aumentar la calidad de la productividad, creando nuevos puestos de trabajo, combatiendo la corrupción y promoviendo la justicia social y leyes laborales más equitativas. “Si queremos un futuro más seguro, uno que aliente la prosperidad de todos, entonces es necesario mantener la brújula continuamente orientada hacia el ‘verdadero norte’, representado por auténticos valores”, concluyó.