“La economía argentina está cobrando auge, y la inflación alcanzó el menor nivel en una década. Los salarios se han recuperado, y la pobreza y el desempleo se han reducido”. El autor de esas palabras fue Mauricio Macri, durante el discurso que pronunció hoy en la sesión plenaria del encuentro anual del Foro Económico Mundial , en Davos, Suiza.
Durante su exposición, el presidente destacó los logros de su gobierno: habló de la economía y de la “inserción” en el mundo, asegurando que “la Argentina entró en una nueva fase, y puede cumplir un papel significativo a nivel mundial”.
Para Macri, “ningún otro país tiene mayor potencial que la Argentina” respecto a energía solar, reservas de hidrocarburos y energías no convencionales, sostuvo. También resaltó el “talento” y la “iniciativa empresarial”.
En tanto, subrayó que el país “dejó atrás su experimento populista”, y que tras “décadas de haber permanecido aislado del mundo”, el país entró en “una nueva fase” porque la economía fue “reorganizada” y permitió a la Nación “reencaminarse” y transitar “la vía del crecimiento inclusivo”, mientras destacó el “consenso político en torno a una agenda de reforma”.
Además, el presidente afirmó que su gobierno “ha reducido la corrupción, que es algo que crea una gran ineficacia y destruye el empleo”, pero que gracias a su gestión “se está creando un nuevo entorno y marcos normativos que generan nuevas oportunidades”.
Sin embargo, el país de maravillas que mostró Macri en Davos está muy lejos de la realidad cotidiana argentina. Según un sondeo de la Universidad de San Andrés, la satisfacción general de la población pasó de estar en un 53 % en octubre, a descender hasta el 39 % en enero, después del impuso al ajuste de los haberes jubilatorios y en medio del respaldo al ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
La encuesta refleja que el nivel de insatisfacción de la sociedad se ubica ahora en el 59 %, entre los “muy insatisfechos” (27 %) y los insatisfechos (32 %).
1 comentario
Es lo que les hizo memorizar Durán Barba, ayer D Lipovezky, dijo lo mismo en la cara de todos en el programa del Gato Sylvestre y nadie logró hacerlo callar hasta que repitió lo mismo unas 100 veces, tmb dijo lo de “siempre hay cosas que cierran y cosas que abren”, ellos son así los reúnen y los hacen memorizar lo que deben decir, no importa que la realidad les esté pintando la cara.