Plus por presentismo: esa sería la llave con la que la gobernadora María Eugenia Vidal aspira abrir la puerta que le permita un acercamiento a los gremios docentes, mientras que, con el telón de fondo de la discusión paritaria que todavía no se inició, la tensión con el sector sigue en aumento.
Precisamente, el objetivo de la administración bonaerense apuntaría a poner esa cuestión sobre la mesa de discusiones cuando seguramente la próxima semana se convoque a negociar los salarios a los representantes de maestros y profesores nucleados en el Frente Gremial Docente.
El Gobierno ya había recurrido a esa herramienta el año pasado, cuando en la provincia se registraron 16 días de paro. Pero, a diferencia de 2017, esta vez el plus se ofrecerá durante la negociación, y no en pleno conflicto. Aquella vez, los docentes que no habían adherido a las medidas de fuerza recibieron una compensación de $ 1.000 por única vez.
Sin embargo, desde el Gobierno bonaerense se aclara que Vidal busca evitar que la posibilidad de compensar el presentismo se interprete como un incentivo “antiparo”, aunque son conscientes que, en los hechos, el plus funcionará como tal.
Sumado al descuento de los días de huelga -que la Provincia ya aplicó a los docentes en 2017 y para los que consiguió aval judicial-, está claro que el pago extra tiene como clara finalidad disuadir a los docentes de que dejen de dar clases.
Es más, cerca de la gobernadora apuestan a que este ofrecimiento puede generar divisiones internas entre los gremios y, en consecuencia, un debilitamiento que termine cambiando las reglas de juego a la hora de negociar con los representantes sindicales.
Pero todo indica que se vienen tiempos de duras pulseadas entre el Gobierno y los gremios, teniendo en cuenta que el plus por presentismo es una cuestión que históricamente han rechazado los representantes de los maestros, ya que lo interpretan como un castigo al ejercicio del derecho de huelga.
En las últimas horas, la secretaria gremial del Suteba, María Laura Torre, advirtió que “si hubiese una propuesta de incluir una cláusula por presentismo, va a ser rechazada por todos los sindicatos docentes”, y que “no podemos discutir ese tema como parte del salario. La salud de los docentes no va a ser moneda de cambio”.