A pocas horas de la marcha del miércoles, y mientras el Gobierno continúa llevando adelante una batalla destinada a debilitar la movilización en rechazo a la política económica, desde el lado de los convocantes –el gremio de los Camioneros, las dos CTA y organizaciones sociales- no dudan de que se tratará de una jornada histórica que reflejará el malhumor social, más allá de la adhesión o rechazo que genere la figura de Hugo Moyano.
Justamente, el líder de los camioneros denunció que “desde siempre, en una movilización, el que no quería ir no decía nada. Hoy el Gobierno los manda al diario a decir que no van a ir, creyendo que con eso van a debilitar la movilización”, al referirse a los gremios que en las últimas semanas se bajaron de la convocatoria.
Tras aclarar que la marcha, en la que será el orador principal, “no tiene nada que ver” con su situación judicial, aseguró que “hay mucha inquietud. La gente está muy disconforme con cosas que se prometieron y no están pasando y eso genera el llamado a la movilización”.
Y entre los reclamos, enumeró la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la no modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la situación de los jubilados. Además, aseguró que la protesta, que será acompañada con un paro de estatales, “no es una confrontación. Es una expresión”.
Por su parte, el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, también resaltó la importancia de la movilización del miércoles, al evaluar que generará un “reacomodamiento del movimiento obrero” y que “hay preocupación en el Gobierno por la magnitud de la marcha”.
Sobre la posibilidad de que haya infiltrados en la marcha, dijo: “Más allá del ataque permanente del Gobierno, del periodismo y de los empresarios, va a ser una marcha multitudinaria. No me preocupa la seguridad, tenemos cientos de marchas y nunca hubo un problema. Hacemos responsable al Gobierno nacional si hay incidentes. Siempre hay incidentes en la desconcentración, pero va a ser una marcha multitudinaria”, agregó.
Por eso mismo, hizo responsable al oficialismo en el caso de que, durante la protesta, haya “infiltrados” que generen violencia e incidentes. Además, se refirió a la situación de crisis en la CGT y criticó la postura de la mayoría de la central obrera frente al Gobierno: “No quiero una central que se saque fotos con el presidente y acuerde una reforma laboral”, aseguró.
En tanto, el secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional, Hugo Yasky, también afirmó que hay temor en el Gobierno por la adhesión que despierte la marcha. “Tienen miedo de que sea una foto donde la multitud les demuestre que están equivocados, que están gobernando contra los que menos tienen”, afirmó.
Además, aseguró que “quieren instalar el miedo” ante la movilización, sobre supuestas “preocupaciones” por la seguridad en la protesta. “Los trabajadores nos movilizamos en paz”, agregó.
Yasky afirmó, además, que no es la primera vez que su espacio articula una protesta con Camioneros: “Marchamos en contra de la reforma jubilatoria, en contra de la reforma laboral. Pablo Moyano estuvo con nosotros en el palco principal en la primera marcha federal que hicimos en 2016. Piensan que juntarse para reclamar es una especie de asociación ilícita”, criticó.
Por su parte, el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, confirmó su asistencia a la marcha del miércoles, que consideró una protesta contra la política económica y en reclamo de un aumento de emergencia a los jubilados. El dirigente también ratificó el paro nacional de hoy y mañana en todos los bancos del país, en rechazo al aumento del 9 % que ofrecieron los bancos.