En las últimas horas, el Papa Francisco volvió a transmitir otro gesto que no será bien recibido por la administración macrista: “bendijo” al dirigente camionero Pablo Moyano, uno de los referentes sindicales más enfrentado con el gobierno de Cambiemos.
El sumo pontífice lo hizo a través del presidente de la ONG ‘La Alameda’, Gustavo Vera, quien días atrás estuvo en Roma para participar de un coloquio sobre trata de personas. En esa oportunidad, Bergoglio bendijo y firmó dos remeras del sindicato de Camioneros, para ser entregadas a Moyano.
Este nuevo mensaje del Papa ocurre en momentos en que tanto Pablo como su padre, Hugo, son vistos como archienemigos por parte de Mauricio Macri, y más todavía por lo que significó la masiva marcha del 21 de febrero pasado, para protestar contra las medidas económicas.
Mientras tanto, son investigados por la Justicia por supuesto lavado de dinero. De hecho, los sindicalistas sostienen que sus problemas en Tribunales fueron impulsados por el gobierno nacional.
Vera le entregó las camisetas a Moyano durante un encuentro que mantuvieron en la oficina de la secretaria adjunta del Sindicato de Chóferes de Camiones, informó La Alameda en un comunicado.
El Papa había recibido el 8 de noviembre pasado a Pablo Moyano y a un grupo de recolectores y barrenderos, en el marco de una misa en la Plaza San Pedro, en momentos en que la tensión entre el Gobierno y el sindicalismo giraba en torno a la intención del Ejecutivo de impulsar una reforma laboral, que todavía no se debatió en el Congreso.
En las últimas semanas, entre las actividades que lo muestran a Francisco cerca de lo que ocurre en el país, le respondió una carta a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, a quien animó a “no tenerle miedo a las calumnias”, y recibió a la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, quien lo visitó para pedirle avances en el acceso a los documentos sobre la dictadura militar desclasificados por la Iglesia, oportunidad en la que declaró que lo vio “muy preocupado” por la Argentina.
Además, en materia de derechos humanos, Francisco trató con el obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, el avance de la causa de beatificación del recordado obispo Enrique Angelelli, asesinado durante la dictadura militar.
Por otra parte, también mantuvo un encuentro con el dirigente Néstor Escudero, uno de los delegados gremiales del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) que figura en los listados de los 255 cesanteados en ese organismo oficial, y que mayor protagonismo tiene en las protestas de los últimos días, lo que fue interpretado como un nuevo gesto del Papa tomando distancia del presidente Mauricio Macri, envalentonado en su cruzada para reducir el déficit fiscal a expensas de echar trabajadores de la administración pública.