La situación docente en la provincia de Buenos Aries tiende a agravarse y nadie sabe como terminará. La gobernadora María Eugenia Vidal recibió la orden del presidente Mauricio Macri de no moverse del 15% en tres cuotas para cerrar la paritaria 2018. Más allá que en la Gobernación saben que los números de la inflación superarán ese número y rondará arriba del 20% no se moverán. Desde la Dirección de Escuelas afirman que el año pasado se cerró la paritaria en junio dándole el aumento que pedían los gremios porque había elecciones pero este año “no se moverán”.
Los gremios preparan un paro para después de Semana Santa pero reconocen que en cada paro, el gobierno provincial le descuenta a los docentes, que ya de por si tienen un salario pobre. El gobierno provincial está decidido a no ceder y si los gremios no aceptan, les liquidará el primer tramo del 5 por ciento.
Paralelamente, el Director General de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny, con muy poca muñeca para discutir con los maestros, decidió jubilar a cerca de 1.200 maestros, aunque desde los gremios afirmaron que son 3.000 los casos. La Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) envió un pedido de Impugnación al director general de Cultura y Educación para que revea la medida ya que, según sostiene, hasta ahora el gobierno “no realizó notificaciones previas”.
“Las jubilaciones compulsivas comenzaron a publicarse en febrero, en el portal ABC que la cartera educativa tiene para que los docentes hagan sus trámites. Nosotros hasta anoche [por el viernes pasado] contabilizamos 2.942 casos y recién el jueves cuando se publicó en el boletín oficial esa resolución pudimos enviarla un descargo al Sánchez Zinny”, dijo Claudia Díaz, integrante del Consejo Directivo de la FEB y especialista en jubilaciones docentes.
La jubilación de oficio implica la perdida de varios derechos. Para Díaz implica cobrar un anticipo jubilatorio (hasta que el trámite administrativo se complete) de sólo el 60% del salario, sin aumentos, sin aguinaldo, sin obra social. “Los trámites jubilatorios solicitados por una maestra o profesor demora, en promedio, entre 3 y 4 años. Así que, como mínimo, los docentes alcanzados por esta medida estarían ese tiempo cobrando casi la mitad de su sueldo y sin recibir el sueldo anual complementario ni los incrementos de salario que perciban quienes se encuentran en actividad. También al año podrían quedarse sin la obra social (IOMA)”, señaló Díaz.
En los gremios docentes hay preocupación que la paritaria docente parece convertirse en una paritaria de guerra.