Un escalofrío recorre la espalda de la gobernadora María Eugenia Vidal y de todo su equipo cuando escuchó el run run en las oficinas de la jefatura de Gabinete y también en la Residencia de Olivos, sobre la posibilidad que si el presidente Mauricio Macri no mejora en las encuestas llevaría a Vidal como “vicepresidenta” en 2019.
Macri está decidido a ir por la reelección –no serlo sería un fracaso político que no se permitirá- y se analizan distintos escenarios. El primero es que “confían” que la economía mejorará, que llegaran las inversiones al país y que podría ganar en primera vuelta, superando por 10 puntos al peronismo. Para ello, Rogelio Frigero trabaja para que en 2019 haya dos listas de la oposición, una de un peronismo crítico con todo el kirchnerismo adentro y una segunda lista de algunos gobernadores encabezados por el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto, que podrían sacar entre 5 y 7 puntos. Esos puntos permitirían que la fórmula del peronismo no supere los 30 puntos y así cerrar la posibilidad de una segunda vuelta.
La idea es repetir, lo que sucedió en 1995 cuando Carlos Menem ganó la reelección sin segunda vuelta porqué la fórmula de Octavio Bordón y Chacho Álvarez obtuvo un 29,30 por ciento, más allá que Menem luego superó el 45% de los votos.
“Un peronismo dividido nos beneficia para no arriesgar en una segunda vuelva”, dice un alto dirigente del PRO y agrega sobre “los riesgos de una sociedad dividida en el ballotage que todo es a suerte y verdad y donde juzgaran los cuatro años de Cambiemos”.
En caso que el presidente siga bajo en las encuestas no dudan el jugar a la dama: Vidal sería la vicepresidenta y la promesa que en 2023 sería ella. Esta situación tiene paralizado a la Gobernación, ya que una vicepresidencia la saca de la escena de una provincia como es Buenos Aires.
En realidad en la Gobernación están preocupados porque aspiran a que Vidal sea la candidata presidencial 2019 y abandonar la provincia. Saben que todos los gobernadores que cumplieron dos mandatos terminaron muy degastados como Duhalde y Scioli y quizás sea imposible volver a ganar en 2023. Además se preguntan en voz alta que si Marcos Peña acumuló un inmenso poder en dos años que sucederá dentro de seis años. Quizás el “pibe de oro”, como lo llama Asís, vaya él por la presidencial.
En estos días de incertidumbre, con la inflación que no se detiene, con la Justicia que empieza a despegarse de los mamarrachos jurídicos de Bonadio y Ercolini, el presidente mencionó que Vidal es una opción para acompañarlo. La versión helo la espalda de la gobernadora.