Caras largas. Esa fue la imagen que transmitía la mayoría de quienes participaron de una cumbre de Cambiemos en la gobernación bonaerense, donde se debatió el aumento de las tarifas de los servicios públicos, a propósito de la decisión que tomó la gobernadora María Eugenia Vidal en cuanto a eliminar impuestos en las facturas de luz, agua y gas, y cómo puede incidir en las arcas municipales.
La idea del encuentro, que tuvo como escenario el edificio de la Gobernación, apuntó a unificar el discurso del oficialismo para hacer frente a las críticas y el malhumor social que generan los tarifazos, y ante la inminente discusión que se dará en la Legislatura cuando se trate el proyecto del Ejecutivo destinado a la baja de esos tributos para paliar, en parte, el efecto a la hora de pagar los servicios.
En representación del gobierno bonaerense estuvieron el vicegobernador, Daniel Salvador, el jefe de Gabinete, Federico Salvai, y el ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre. En tanto, los intendentes que viajaron a La Plata fueron los macristas Jorge Macri (Vicente López), Ramiro Tagliaferro (Morón) y Néstor Grindetti (Lanús), y los jefes comunales de la UCR Franco Flexas (General Viamonte) y Miguel Gargaglione (San Cayetano).
En los últimos días, puertas adentro, intendentes oficialistas vienen manifestando su inquietud porque, afirman, la decisión de Vidal de eliminar impuestos en las tarifas de los servicios públicos, implicará que las comunas dejarán de recibir cerca de 1.200 millones de pesos.
“Para muchos municipios, en especial los del interior, la pérdida representa el equivalente al pago de un mes de sueldos del personal”, aseguran representantes de esos distritos.
A pesar de ese malestar –que se planteó en la cumbre de ayer-, se resolvió unificar el discurso por parte de Cambiemos de cara al debate. En otras palabras, van a salir a bancar la decisión del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora, con la consigna de que los esfuerzos tienen que ser conjuntos de la Provincia y de los municipios.