Más allá que Elisa Carrió culpe al peronismo por el descalabro económico, la vuelta al FMI es consecuencia de la bicicleta financiera, la apertura indiscriminada de las importaciones, el fuerte endeudamiento y las medidas fiscales que achicaron al Estado para beneficiar al campo, las mineras y las empresas extranjeras.
El pasado 30 de abril en este portal anunciábamos que el gobierno analizaba un corralito para las Lebacs y los plazos fijos. Hoy el gobierno anunció una negociación para la vuelta del FMI y un préstamo de 30.000 millones que implicará un mayor ajuste para los argentinos. El organismo internacional ya aviso que quiere un congelamiento total de las jubilaciones, la posibilidad de anular las paritarias o paritarias más a la baja y una mayor apertura de mercado.
La brutal subida de la tasa de interés por parte del Banco Central, el achique de la obra publica y la entrega de mas de 5.000 millones de dólares no calmo a los especuladores que hoy volvieron a apostar al dólar.
El próximo 15 de mayo vencen 650 mil millones de pesos en Lebacs y los inversores no quieren renovar. El Central hoy no esta en condiciones de entregar esos fondos, entre otras cosas porque se irían corriendo al dólar, con lo cual la divisa norteameriana podría irse a 40 o 45 pesos.
El acuerdo con el FMI es para calmar esos mercados y en caso que eso no suceda será canjearlos por un bono a 10 años. El
problemas es que los bancos están llenos de Lebacs y si se los cambian por un papel a diez años no pueden pagar los depósitos a plazo fijo. Así la única solución será un corralito para los clientes.
Dejá Vu: Macri, como De la Rua en 2001, pedirá un blindaje de U$S 30 mil millones con el FMI