“Tenemos que bajar el gasto. Esto tiene que ver con igualar el funcionamiento del Estado con lo que ocurren en el sector privado. Los privilegios del sector público tienen que terminarse”. Lo dijo esta tarde el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al anunciar un “paquete de austeridad y transparencia para el ahorro”, que apuntará a recortar el gasto en $ 20.400 millones al año.
Entre las medidas anunciadas junto al ministro de Modernización, Andrés Ibarra, se contempla congelar el ingreso de trabajadores en el sector público durante dos años, y la reducción del presupuesto para las empresas públicas.
Además, el paquete establece la terminación de los contratos de empleo canalizados a través de las universidades, la suspensión en el pago de adicionales y la revisión en la estructura de personal de los organismos descentralizados, como así también una reducción en los viáticos para los viajes de los funcionarios y una minimización en la flota de vehículos oficiales.
Este recorte, de 780 millones de dólares al tipo de cambio actual, representa sin embargo sólo el 10 % del ajuste que negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ronda los 200 mil millones de pesos, el equivalente 1,5 puntos del PBI.
“Puede sonar poco en términos de ahorro: 20 mil millones de pesos al año. Pero es dinero disponible para bajar el déficit. Es gasto improductivo. Es un paso más en el proceso de reforma permanente”, explicó Dujovne, encargado de las negociaciones con el Fondo.
Como el titular de Hacienda abandonó el Salón de los Pueblos Originarios de la Casa Rosada antes de terminar los anuncios, Ibarra aclaró que “no tiene nada que ver con el acuerdo con el FMI. Es importante para darle la señal a los argentinos de cómo vamos a lograr la reducción del déficit”, consideró el funcionario, para quien los anuncios forman parte de “un proceso permanente de transformación del Estado, son medidas que tienen que ver con hablar de austeridad y transparencia para el ahorro”.
El anuncio iba a realizarse por la mañana en Hacienda, pero las autoridades decidieron cambiar el lugar, para eludir la presencia de una treintena de empleados del ministerio pertenecientes al gremio ATE que cuestionaban el ajuste en esa dependencia.
“Reclamamos a estos funcionarios que dejen de despedir trabajadores en todos los organismos del Estado y que frenen el ajuste sobre las políticas públicas. No pueden seguir desarticulando derechos y recortando gastos en el Estado. No hubieran bajado retenciones al campo, no le hubieran condonado la deuda a las empresas energéticas, reducido los aportes patronales, no puede ser que siempre la paguemos los empleados del Estado”, expresó uno de los delegados del sindicato.