De a poco, comenzó a filtrarse la durísima discusión, gritos de por medio, entre Marcos Peña, Jefe de Gabinete, y Juan Jose Aranguren, ex ministro de Energía. “Tenes que dar un paso al costado, no estamos de acuerdo con tus métodos de aumento”, le dijo Peña a Aranguren. “No te hagas el boludo, todo lo que hice lo ejecuté por instrucción directa del presidente”, le respondió el ex ministro. La respuesta del jefe de Gabinete fue directa: “No digas eso, es políticamente incorrecto, al presidente hay que cuidarlo y dejarlo afuera”.
Parte de esta conversación fue publicada hoy por el periodista Marcelo Bonelli en el diario Clarín. Según trascendió en los pasillos de la Casa Rosada, desde hace dos semanas Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui convencieron al presidente de “echarlo” a Aranguren para no continuar con los brutales aumentos de tarifas dolarizados por el propio gobierno.
El tridente empalidece cada día con las encuestas que llegan a la Jefatura y decidieron hacer un cambio de “cara” e intentar que los aumentos continúen pero sin la brutalidad que implica para las naftas la devaluación del peso. Aranguren, como buen empresario del sector, había prometido un aumento de las naftas en un 30% a principios de julio, lo que implicaría un casi seguro estallido.
Peña, cuando lo llamó a Javier Iguacel para el cargo le exigió que trabaje con las petroleras y las compañías energéticas, que les recuerde que vienen desde hace dos años con millonarias ganancias y que necesitan que este año reciban solo dos aumentos más pequeños hacia fin de año. “Necesitamos parar un poco la mano para ganar las elecciones del próximo año y luego ganamos todos”, afirmó un alto funcionario.
El nuevo ministro se reunió con los máximos empresarios del petróleo: Miguel Gutiérrez, Alejandro y Marcos Bulgheroni. La propuesta del nuevo ministro es que sigan ganando pero que este año ganen la mitad de lo que ganaron en estos años y que los aumentos sean para el segundo semestre.
El ministro no contó lo que ya decidió el FMI con los subsidios. Se eliminará la Resolución 45 que permitía a las compañías recibir beneficios para que luego el Estado pagara los costos y las naftas no aumentaran tanto. Por ahora los empresarios no dijeron nada, pero tienen como antecedente al campo que se plantó y no permitió que aumenten las retenciones que el propio Macri bajo.
Mientras tanto, el FMI ya avisó que en septiembre hará el primer control para ver como bajan los costos y que durante el 2019 vendrán dos o tres veces para controlar que hagan los deberes.