“¡Lo único que nos faltaba! Pero les puedo asegurar que este quilombo no nos va a llevar puestos…”. Así, con indisimulable enojo -tal como viene siendo su característica en los últimos tiempos-, Mauricio Macri les habló a sus más cercanos colaboradores para referirse al “quilombo” en cuestión, es decir, el escándalo generado por los cientos de aportantes truchos a la campaña de Cambiemos.
El presidente, a pesar de la “tormenta” sobre la que viene insistiendo, dice que buscará su reelección en 2019, pero, claro, sabe que tiene tres grandes problemas para alcanzar ese objetivo que, hoy por hoy parece casi un imposible: la suba del dólar, la inflación sin control y el rumbo de la economía.
A ese panorama, se suma el temido fantasma de Cristina Kirchner sobrevolando el escenario electoral y, ahora, las derivaciones que podría generar un escándalo que crece como una bola de nieve y que apunta a una figura que, hasta ahora, era casi inmaculada e intocable: la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Y como si fuera poco, la conferencia de prensa del miércoles pasado, no sólo no contribuyó a mejorar su ya decaída imagen, sino que terminó embarrándolo todavía más.
Por estas horas, con la esperanza renovada por el fuerte apoyo del Fondo Monetario Internacional ( FMI ) en la reunión del G-20 , Macri y el equipo económico apuntarán a sobrecumplir la meta de un déficit fiscal primario del 2,7 % del PBI en 2018, para llegar con mayor oxígeno a la meta del 1,3 % para la ley de presupuesto de 2019.
Pero, al mismo tiempo es consciente de que la presencia y las palmadas de la jefa máxima del Fondo, Christine Lagarde, resultan insuficientes a la hora de generar algún grado de confianza entre los inversores que tanto necesita y cuyo arribo masivo tanto prometieron las principales espadas de Cambiemos.
Siguiendo al pie de la letra las directivas de Jaime Durán Barba, el presidente, además de hablar sobre la “tormenta” una y otra y otra vez, insiste en lanzar pronósticos de muy dudoso cumplimiento, como que el año próximo la inflación bajará 10 puntos y otras cuestiones en las que se esfuerza por mostrar un futuro venturoso pero, que a la luz de los resultados, no dejan de ser meras cáscaras vacías y endebles expresiones de deseos.