Lo que arrancó como una idea casi descabellada, con el correr de las semanas empezó a cobrar forma, y a esta altura ya es un secreto a voces que algunos funcionarios cercanos a Mauricio Macri se están preguntando: ¿por qué no adelantar las elecciones presidenciales, para evitar más desgaste y ganarle a la crisis?
Por ahora, esa posibilidad no aparece como viable, y algunos ya dirigen su mirada hacia Jaime Durán Barba como el ideólogo de la idea, apuntando al ya conocido recurso de tirar un globo de ensayo, para sondear cómo puede caer una alternativa de esa naturaleza en la opinión pública en general, y en la dirigencia política en particular.
Confirmando que esa opción está dando vueltas, Carlos Pagni, uno de los periodistas con más llegada a los funcionarios de Cambiemos, admitió días atrás en su programa “Odisea Argentina”, por la señal LN+ que, en efecto, un eventual adelantamiento de los comicios previstos para octubre de 2019, apuntaría claramente a evitar seguir perdiendo la confianza en el Gobierno, tal como lo vienen reflejando todas y cada una de las encuestas.
“Es una idea que es como una linterna que ilumina el proceso que estamos viviendo. ¿Si Macri adelanta las elecciones? ¿Si golpea la mesa y vuelve a pactar con el electorado y obtener de ahí la energía que necesita para retomar su programa?”, preguntó Pagni en su editorial.
Más allá de que se concrete o no, en el entorno presidencial están seguros de que Macri es el gran candidato para el mandato 2019-2023. Adelantar las elecciones, como pasó por última vez en 2003, es una práctica constitucional que depende de la decisión del presidente plasmada en un decreto.