Aunque el gobierno nacional busque minimizarlo, el conflicto universitario sigue: hace quince días terminó el receso invernal pero las clases no comenzaron en todo el país y no lo harán al menos por ahora. Los docentes enrolados en la Federación de Docentes Universitarios (Conadu) realizarán la próxima semana un paro de 96 horas desde el martes hasta el viernes, por lo que sumado al feriado del lunes complicará el dictado de clases en las universidades de todo el país.
En la última reunión, el Ministerio de Educación nacional ofreció un incremento del 5% a mayo (que ya lo vienen cobrando los trabajadores) y un 5,8% a agosto no acumulativo totalizando un 10,8% a ese mes. Tanto la Conadu como la Conadu Histórica rechazaron de plano la oferta a la que consideraron una nueva “provocación” del Gobierno y ratificaron su reclamo de 30% con cláusula gatillo.
Tras la reunión, los docentes que vienen de una semana de paro, decidieron profundizar la medida de fuerza a la espera de una nueva convocatoria con una oferta superadora. La inflación de julio y el acumulado en los primeros siete meses del año llega a 19,6%, muy lejos del 10,8% que ofreció el Gobierno.
En la misma línea que la gobernadora María Eugenia Vidal en la provincia, el ministro Finocchiaro anunció que pagarán a cuenta de futuros acuerdos el 5,8% que corresponde a agosto y que “con este aumento más el otorgado en el mes de mayo se igualó la inflación del cuatrimestre marzo – junio”, lo que fue interpretado casi como un chiste por los gremios.
Finocchiaro ya comenzó a sufrir el desgaste por no ceder en la negociación salarial: ocurre que las protestas en las universidades públicas de distintos puntos del país no paran de crecer y de generar adhesión en las distintas comunidades que repudian el ajuste y el recorte presupuestario que está ejecutando el funcionario de Mauricio Macri.
Al corset presupuestario se le suma ahora la interna que padece adentro del gabinete nacional. Parece que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y su segundo, Gustavo Lopetegui, le bajó el pulgar para que sea el candidato a intendente de La Matanza en 2019. Finocchiaro no cede y resistirá.