Por Alfredo Silletta. Mientras en las calles de Buenos Aires, miles de docentes y estudiantes, bajo una lluvia que no se detenía, pedían como hace 100 años por una educación pública y gratuita, en la Casa Rosada, un presidente desorientado, de mal humor, angustiado, consultaba a Marcos Peña y a ‘mis ojos’ Mario Quintana y Gustavo Lopetegui “que hacemos”, ante la cachetada que el mercado le daba con un dólar a 41 pesos.
El presidente sabe que los empresarios y desde su propia fila, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio piden a gritos en un cambio de gabinete que implica de máxima la renuncia de Peña, Quintana, Lopetegui y Dujovne y un acuerdo con un sector del peronismo federal para traer paz a la Argentina. De mínima quieren un cambio de ministro de Economía y que se vayan Quintana y Lopetegui.
La crisis no es sólo la brutal devaluación del peso que implicará subas en los alimentos, las naftas, las tarifas y el transporte, sino que las empresas que cotizan en Wall Street perdieron en su valor 4 millones de dólares.
En la desesperación, Peña ordenó a los trolls una campaña “No al golpe peronista” pero fue tan ridícula que nadie la cree, excepto Elisa Carrió.
En realidad, el peronismo en su conjunto mantiene silencio, no quiere que le echen la culpa de la debacle del gobierno. “Si se caen que se caigan solos”, dice un importante dirigente del peronismo.
Como decía anoche el “Turco” Asís en el programa Animales Sueltos: “No utilicen al peronismo para justificar el fracaso. Fracasaste, fuiste con tu novia, no tuviste erección. No le eches la culpa al peronismo de todo, hermano. ¿De qué le vas a echar la culpa? ¿De que estos tipos no saben gobernar, de que no acertaron una?”.
Los que le picaron el boleto al gobierno son los fondos de inversión que vinieron hacer negocios al país y hoy se están yendo. No hay que olvidarse que desde que asumió Cambiemos se fugaron más de 52 mil millones de dólares, una enormidad. Mientras tanto, el presidente anunció un acuerdo “inexistente” con el FMI que implicó la furia de Christine Lagarde que sintió que Macri le mojaba la oreja. Finalmente, la presidenta del organismo va a adelantar la ayuda al país pero eso implicará más ajuste a los argentinos. La idea es que el gobierno baje la meta fiscal del 1,3% al 0,5%, un recorte brutal que recaerá sobre los más necesitados.
Larreta y Vidal volvieron ayer a la carga con los cambios de gabinete, incluso sugirieron nombres de “peronistas amigos” del presidente como Ramón Puerta, hoy embajador en España y el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. Peña los cruzó con no volver a “la vieja política”. Macri volvió a apoyar a su jefe de gabinete. Tiene claro que si cae Marcos Peña el próximo será él.
Info135 dialogo con legisladores e intendentes y había preocupación por la difícil situación que atraviesa el país y ante la gravedad se abrió, según un rumor que circulaba ayer, un diálogo entre el senador Miguel Angel Pichetto y la ex presidenta Cristina Kirchner para estar preparado si el gobierno estalla y una Asamblea Legislativa se tiene que hacer cargo. Ayer, le preguntaban a un intendente importante del Gran Buenos Aires si le gustaría que cambien al jefe de Gabinete y su respuesta fue contundente: “El problema no es Marcos peña, el problema es Macri y sus políticas económicas”.
El poder económico y los medios hegemónicos empiezan a mirar con atención que no habrá Macri 2019, de allí que empiezan a promocionar una alianza entre Sergio Massa, Pichetto y los gobernadores del Peronismo Federal. No les será fácil, la ex presidenta Cristina Kirchner, pese al brutal ataque mediático-judicial, sigue siendo la principal figura del peronismo que agrupa un 30% del electorado. Los gobernadores lo saben.
2 Comentarios
no queremos peronismo federal , no pueden acertar una sola queremos a Cris , que quede bien en claro , el peronismo federal tiene tanata cula como Mau y sus secuaces y no queremos ni menemitos ni Duahalecitos tibios , idiotas e ineptos
Magneto prohíbe a sus peronistas hablar con Cristina.