Luego de un “agosto negro” para el gobierno de Mauricio Macri, con un dólar que terminó a 39 pesos, con perdidas millonarias en las reservas del Banco Central, el presidente Mauricio Macri recibió ayer en la residencia de Olivos a su asesor estrella, Jaime Duran Barba, junto a su jefe de Gabinete Marcos Peña y al equipo de comunicación liderado por el secretario Jorge Grecco.
En ese encuentro se trabajo en la consigna que el periodista de La Nación, Carlos Pagni, contó luego de conversar con un ministro: “Si no hay pan que haya circo”. En su momento lo dijeron cuando lanzaron el escándalo de los cuadernos para desgastar a la ex presidenta Cristina Kirchner y que no se siga hablando de los aportes truchos. Hoy vuelven con la misma consigna para diseñar una campaña donde la gente no hable de la crisis económica y de un “golpe peronista”, frase que viralizó Peña con sus trolls en las redes.
Peña, luego de ser respaldado por el presidente frente a las presiones de Vidal y Rodríguez Larreta, decidió hacer lo que mejor hace: campaña sucia contra la oposición de la mano de Duran Barba.
En la reunión se analizaron los argumentos que utilizaran para explicar que el aumento del dólar “no se ira a precios”, que no se “irá a las naftas” ni a las “tarifas”. Y obviamente continuarán las campañas sucias contra la ex presidenta con el apoyo firme de los medios hegemónicos y el poder judicial de la mano del juez Bonadio, que ya citó para el lunes a Cristina Kirchner.
La realidad es otra. La gente no puede pagar las brutales boletas de luz y gas, con un transporte carísimo, con sueldos por el suelo y una inflación descontrolada que estará cerca del 40 por ciento este año. La gente sufre el hambre, la miseria, el tener que llevar a sus hijos a comedores populares para que tengan un plato de comida. Ayer a puertas cerradas los intendentes peronistas afirmaban su preocupación que esto termina en “hiperinflación y desabasteciendo”.
La verdad es la única realidad. Ayer el Banco Central reconoció que además de las ventas del dólar por subastas se perdieron más de un millón de dólares por retiro de ahorros de los bancos.