Ya es una decisión: Mauricio Macri dispuso reducir a la mitad su gabinete, por lo que al menos diez ministerios -entre ellos, Salud y Trabajo- serán absorbidos por otras carteras, con el casi seguro despido de unos 10 mil empleados, mientras que su delfín preferido, Marcos Peña, pierde poder, ya que están dando un paso al costado sus vicejefes, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y por ahora seguirá el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, pero su futuro inmediato sigue siendo incierto.
Esta reestructuración tuvo como escenario la Quinta de Olivos, y se definió en medio de un clima de indisimulable nerviosismo, que por momentos se acercaba a la histeria. El presidente se reunió con varios de los ministros más influyentes y con los integrantes de la llamada “mesa más chica” del Gobierno, mientras no se descartan más cambios.
De este modo, la administración macrista busca dar señales y respuesta a las demandas de una reducción de la estructura política, y al mismo tiempo oxigenar el Gobierno en medio del fuerte desgaste provocado por la crisis económica.
Quienes están cerca de Macri, en las últimas horas confirman que el presidente no quería sacrificar a su equipo de trabajo, pero tampoco creía en las retenciones a la soja, a otros granos y a las exportaciones que Dujovne oficializará mañana.
Fuentes gubernamentales confirmaron que los ministerios de Ciencia y Tecnología, Cultura, Energía, Agroindustria, Salud, Turismo, Ambiente, Trabajo y Modernización se convertirán en secretarías de otras carteras.
Ciencia y Tecnología pasará a Educación. Lo mismo podría ocurrir con Cultura. Salud será absorbido por Desarrollo Social; Energía, por Transporte; Ambiente, al igual que Modernización, por Jefatura de Gabinete; Trabajo, por Producción. Agroindustria pasaría a Hacienda. Turismo podría quedar bajo el mando de Producción.
De esta manera, llegará a su fin el histórico Ministerio de Trabajo, que había sido creado por Juan Domingo Perón en 1949, durante su primer mandato. En tanto, sólo los dictadores Pedro Eugenio Aramburu y Juan Carlos Onganía se atrevieron a eliminar el Ministerio de Salud.
Mientras, y como resultado directo de la brutal reestructuración, aproximamente 10 mil empleados públicos serían despedidos, por lo que, una vez más, los trabajadores terminarán pagando los platos rotos de las políticas de Macri, quien dispuso estas medidas como respuesta a una economía cada vez más caótica.