La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), gremio que nuclea a los 13 mil médicos y profesionales de los 80 hospitales públicos bonaerenses, rechazó la decisión tomada por el presidente Mauricio Macri de eliminar el Ministerio de Salud de la Nación, “degradándolo al rango de Secretaría e incorporándolo a la cartera de Desarrollo Social”, a cargo de Carolina Stanley.
“Tal definición es coherente con la escasa importancia que ha venido teniendo en la gestión del actual Gobierno el área de Salud, sometida a presupuestos misérrimos y políticas que poco tienen que ver con un verdadero cuidado de la salud de la población”, sostuvo el sindicato en un comunicado.
“La subordinación a las políticas de ajuste dictadas por el FMI denota en materia de salud un retroceso de casi un siglo que nos remonta a una situación que sólo se emparenta con los tiempos previos a la creación del Ministerio a cargo de Ramón Carrillo, así como a las determinaciones en el mismo sentido llevadas a cabo en tiempos de dictaduras y durante el menemismo”, agregó.
Desde CICOP también consideraron que “sin lugar a dudas, la ausencia de carácter ministerial del área no solamente generará la imposibilidad de una rectoría sobre el sistema, sino que va a profundizar la fragmentación y el desfinanciamiento del mismo, impidiendo articulaciones y promoción de políticas sanitarias públicas que contengan parámetros de igualdad, en una concepción opuesta a la necesidad de un sistema único”.
También puntualizaron que “las acciones realizadas hasta ahora por la gestión actual han traído aparejados despidos en los hospitales Posadas y Garrahan, así como recortes o subejecuciones presupuestarias en todos los establecimientos y programas a su cargo. A la vez, los intentos de implementar planes de aseguramiento a través de la Cobertura Universal de Salud (CUS), subvirtiendo la lógica de una Salud Pública universal e integral que considere a la misma como un Derecho ciudadano y no como una mercancía, también han sido promovidos por un gobierno que lejos está de garantizar lo que debiera ser su misión fundamental, la promoción, prevención y atención de los problemas de salud de la comunidad, apuntando a eliminar las tremendas inequidades existentes”.
Por último, rechazaron la desaparición del Ministerio de Salud y exigieron “revertir la medida reclamando una jerarquización, democratización y asignación presupuestaria consecuente con las reales necesidades sanitarias del conjunto de la población”.