Mauricio Macri necesitaba imperiosamente enviar un mensaje de unidad, armonía y entendimiento con los gobernadores del PJ a los círculos de poder y, sobre todo, al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, eso no pudo ser, porque ni siquiera pudieron ponerse de acuerdo para redactar un comunicado conjunto en apoyo al proyecto de Presupuesto 2019.
Para el gobierno, el encuentro del presidente con los mandatarios provinciales dejó un sabor amargo, porque sólo quedó de manifiesto la voluntad de poder llegar a un presupuesto equilibrado, y destacaron que la discusión, de todas maneras, deberá darse en el ámbito del Congreso desde la semana próxima.
Y al mismo tiempo, quedó de manifiesto las diferencias que no se pueden disimular entre los propios gobernadores peronistas –divididos entre duros y dialoguistas–.
Por un lado, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, destacó que “de parte de los gobernadores encontramos un acompañamiento a la necesidad de que el presidente cuente con un presupuesto, y también el convencimiento de que tiene que ser con equilibrio entre ingresos y gastos”.
Durante el encuentro, Macri les planteó la necesidad de una muestra de apoyo político y unidad de criterios para debatir el presupuesto, de manera de ofrecer así una señal de consenso al mundo. Después hablaron algunos gobernadores, en varios casos planteando algunas cuestiones particulares de sus provincias.
“Hay algunos que parecen más cerca de Macri que de Perón”, planteó el pampeano Carlos Verna frente a los micrófonos. “No vamos a votar un presupuesto con ajuste. La irresponsabilidad no es votar un presupuesto, la irresponsabilidad fue del Gobierno por ir al Fondo Monetario Internacional. Yo no tomé esa decisión, la tomó el Gobierno sin preguntarnos”, avisó.
En tanto, el gobernador del Chaco, Domingo Peppo, aseguró que el Gobierno no les anticipó a los mandatarios provinciales detalles del Presupuesto 2019, sino solo “unas planillas comparativas”.
Por su parte, el puntano Alberto Rodríguez Saá, junto al formoseño Gildo Insfrán y el santiagueño Gerardo Zamora, cuestionaron que no le podían brindar su apoyo a un presupuesto que el Gobierno ni siquiera había presentado y que debían ser los funcionarios de Cambiemos quienes tenían ir a poner la cara en el Congreso para defender el ajuste del que eran responsables.