Arrancó su noche de gala con un apretón de manos en el Hotel Palace, un fastuoso alojamiento de la ciudad de Nueva York. Quien lo saludaba era nada más ni nada menos que el anfitrión de la noche, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Así, entre sonrisas, Mauricio Macri logró el gesto que esperaba.
Y ayer, mientras tanto, más de medio millón de personas gritaban en Plaza de Mayo su rechazo a los brutales ajustes. Sin embargo, para la mentalidad del mandatario argentino fue un día de gloria. Porque además de ese saludo protocolar de Trump, era el invitado central en el agasajo que le tenían preparado en la ceremonia de los Global Citizen Award. Y ahí, el broche de oro fue haber estado sentado junto a la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
“Tengo que confesar que comenzamos una gran relación hace algunos meses y espero que funcione muy bien y que termine con todo el país teniendo un ‘flechazo’ con Christine”, dijo, risueño…
Minutos después, subió al escenario para recibir el galardón como “Ciudadano Mundial 2018”, que lo reconoce como un líder mundial que aporta a la cooperación internacional. “Tomo este reconocimiento para todo el pueblo argentino por el valor que mostró para detener el proceso de convertirnos en otra Venezuela”, lanzó Macri.
Pero más allá del significado de los gestos y los lujos que deslumbran al mandatario argentino, esta gira por el país del Norte apunta a seguir las negociaciones con el FMI, con la idea de dar señales de un acuerdo en los próximos días. Y tanto es el acercamiento, que el mismísimo Fondo le bajó el pulgar a Luis Caputo, quien esta mañana se vió obligado a dar un paso al costado en la presidencia del Banco Central.
Por otra parte, no es casual que Macri también haya elegido una ciudad ubicada a 8.500 kilómetros de Buenos Aires para confirmar que irá por la reelección en el 2019. Y, para no perder su costumbre, aseguró en esa misma entrevista que “estamos construyendo un nuevo país, una nueva sociedad basada en la cultura del trabajo, en la cultura de que tenemos que mejorar sin trucos ni atajos”.