“Christine Lagarde está contenta con el nombramiento del nuevo presidente del Banco Central”, Guido Sandleris, en reemplazo de Luis Caputo. Sin lugar a dudas, se trata de toda una definición por parte de Mauricio Macri, porque en realidad blanquea que las decisiones políticas y las medidas económicas para Argentina se toman en Estados Unidos y, en particular, desde el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esa fue la señal más contundente que refleja cómo el país abandonó oficialmente la soberanía para someterse a los dictados y exigencias del organismo financiero internacional, mientras se ultimas los últimos detalles para anunciar, con bombos y platillos el anuncio sobre un nuevo acuerdo con el Fondo.
A la hora de lo que dejó la visita presidencial en Estados Unidos, poco y nada para destacar. Como no podría ser de otra manera, Macri recurrió a su endeble manual de frases hechas, aunque esta vez con el agregado de la satisfacción que le genera ser elogiado por los hombres del poder financiero en Nueva York.
Y mientras medio millón de personas gritaban en Plaza de Mayo su rechazo a los brutales ajustes, y 24 horas el país quedaba paralizado ante la contundencia de una huelga general, el presidente, a más de 8.500 kilómetros de distancia confirmaba que irá por la reelección en el 2019.
Allá se reunió también con editores del medio especializado ‘Financial Times’, en un encuentro del que también participaron banqueros y representantes de fondos de inversión con intereses en Argentina. ¿Futuras inversiones productivas? Nada de eso. Es más, para no perder su costumbre, y ante las sonrisas forzadas de los presentes, Macri destacó que “aunque no se trate de un Mundial de fútbol, yo sé que ustedes están haciendo fuerza para que a la Argentina le vaya bien…”.
Y durante su discurso ante la Asamblea anual de las Naciones Unidas, apuntó contra Venezuela, al reflejar su preocupación “por la situación de los derechos humanos” en ese país, y adelantó que la Argentina “llevará a la Corte Penal Internacional la situación relativa a los crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana”.
Mientras todo eso ocurría, aquí, en el sur, Luis “Toto” Caputo anunciaba que abandonaba la presidencia del Banco Central, en una decisión que, sin lugar a dudas, en realidad fue tomada allá, en el norte, por parte de la mujer por la que Macri está seguro que enamorará a todos los argentinos…