El acto estaba pensado como una muestra de distensión en medio de la crisis política que atraviesa Cambiemos en general, y la relación entre Mauricio Macri y Elisa Carrió en particular. Sin embargo, una vez más, la líder de la Coalición Cívica volvió a dejar en rídiculo públicamente al mandatario, cuando lo desafió al decir: “Voy a amigarme con el presidente cuando me lo saque a Garavano”.
Se refería, claro, a la presión que viene ejerciendo desde hace una semana contra el ministro de Justicia, por haber planteado que “nunca puede ser bueno para un país que un ex presidente esté detenido o se pida su detención”, y que la diputado interpretó como un gesto de impunidad del funcionario respecto a Cristina Kirchner.
Sin embargo, y tras haber tomado conciencia del alcance de sus palabras, poco después la misma Carrió optó por suavizar esos dichos, y aclaró, en diálogo radial con Eduardo Feinmann: “Yo no le pedí a Macri que le pida la renuncia a Garavano; yo pido la destitución por juicio político, que es la facultad que tiene un parlamentario. Yo no pretendo ejercer las funciones del presidente”.
En el mismo sentido, anticipó que “mañana se presenta el pedido de juicio político” contra el ministro, pero que “esto no significa que no haya unidad”.
Pero fue antes, durante un acto en el Centro Cultural Kirchner, cuando todas las miradas estaban puestas en cómo sería el reencuentro entre Macri y la legisladora, después de su embestida contra Garavano, y cuando el fin de semana llegó al extremo de colocar al presidente entre la espada y la pared y, en tono destituyente, metiendo presión para que eche al ministro, lanzó: “Elige o cae”.
Al subir al escenario, sorprendió ver que el llamativo vestido de Carrió tenía escrita la frase “Kiss Me”, que significa “Besame” en inglés. Fue ahí, entre sonrisas, que se saludaron con un tibio beso con el presidente. Sin embargo Macri, que también habló en el encuentro, no estaba presente en la sala cuando habló la diputada.
En tanto, dos ministros salieron a cuestionar el condicionamiento lanzado por la diputada, y al mismo tiempo respaldar la postura de Macri, que por ahora parece decidido a mantener a Garavano en su cargo.
El más contundente fue el titular de la cartera de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien dijo que “desde el primer minuto de su mandato, Macri ha luchado contra la impunidad y la corrupción. Y nadie debe condicionar al presidente de la República”.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, destacó que “el presidente es el principal motor de la lucha contra la corrupción y la persona que más hecho por la transparencia en nuestro país. Y desde ese lugar, nuestro espacio ha trabajado en ese sentido y lo seguirá haciendo, con él a la cabeza”.
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