Otra vez al borde de las lágrimas, tras unos segundos en los que desde el auditorio colmado del Centro Cultural Kirchner se entonó “¡Argentina, Argentina!”, Mauricio Macri encabezó hoy una reunión de gabinete ampliado que funcionó, en la práctica, como el puntapié inicial de la campaña electoral.
“La Argentina va a confirmar que este es el rumbo, porque este cambio es para siempre”, dijo, optimista, el presidente, y pidió juntar “energías” en las fiestas de fin de año para encarar el 2019. Lo transmitió frente a los gobernadores de la coalición Cambiemos, diputados y senadores, y a cientos de funcionarios de Nación, ciudad y provincia de Buenos Aires.
“Cuanto más veo el mundo, cuanto más camino la Argentina, más siento que estamos en un momento histórico. Si realmente todos los que estamos acá contagiamos a todos los argentinos de ese espíritu de generosidad, que juntos, aunque nos vayamos un poquito a la banquina, volvemos a la ruta y mantenemos la dirección, el límite es casi infinito”, aseguró Macri.
Hablando casi con un tono de pastor evangelista, se dirigió a “aquellos que tal vez no tienen esta visión de convencimiento profundo”, mientras pidió “mirar hacia adentro y decir ¿estoy haciendo lo que corresponde? ¿o estoy haciendo lo cómodo?”.
Agregó que “enfrentar todos estos privilegios es salir de la comodidad. Es muy duro. Los que pierden esos privilegios ya se han armado sus pequeños ejércitos de presión, sea mediática, judicial, rosquera, lo que sea, para que nadie les vaya a sacar lo que tienen, y pelean con las peores armas. Uno en esa pelea está casi solo”, dijo.
Como de costumbre, Macri se refirió una vez más a las “tormentas interminables” -mencionó especialmente la sequía y las dificultades de los mercados- aunque insistió en mantener el rumbo del Gobierno: “Hay muchos que están enojados. Este camino es claro, es absolutamente nítido. El G20 nos ha conmovido tanto…”.
Justamente, el Presidente buscó mostrar la organización de la cumbre internacional para contrarrestar el clima negativo por los indicadores económicos: “Todos los pronósticos venían con que no iba a funcionar, que iba a ser un caos, que no iba a haber comunicado, que no lo íbamos a poder conducir”.
Ya sobre el final de su discurso, transmitió optimismo de cara a las elecciones 2019: “En Navidad y Año Nuevo juntemos toda la energía del mundo porque el año que viene es un año donde la Argentina va a confirmar que este es el rumbo. Hay una Argentina muy madura, que permitió que estemos todos hoy acá habiendo transcurrido lo que trancurrimos. Ellos están esperando que estemos fuertes y les mostremos el camino”, cerró.