Los bonaerenses no tienen paz desde que gobierno lo conduce el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal con aumentos brutales en las tarifas de luz, gas, agua y transporte público, sin dejar de mencionar los aumentos en los alimentos.
Por estas hora se supo que este verano prender un ventilador, un aire acondicionado, un microondas y tener muchas horas prendido un televisor será fatal para la economía del hogar. La situación lamentablemente será similar en muchas provincias.
En la provincia de Buenos Aires el costo varia entre el conurbano y el interior. Mientras que las boletas de Edenor y Edesur promedian los $1962 para los 550 kWh, las facturas de EDEN, EDES, Edelap (La Plata), EDEA (Mar del Plata) y el resto de las cooperativas bonaerenses tienen valores de entre $2937 y $3619.
En el país. Las facturas de luz difieren principalmente por los costos de distribución y por la carga tributaria que cada gobierno provincial le agrega al valor final de la tarifa. Esto genera que haya diferencias de hasta $2700 (o aun tres veces) entre distintas provincias.
Formosa, una provincia manejada por el peronismo tiene la tarifa más baja. El consumo de 550 kilovatios/hora (kWh) por mes equivale a una factura de $959,5, de los cuales $166,5 son impuestos y el resto representa el costo de generación, transporte y distribución de la energía eléctrica. En cambio, Entre Ríos, con un gobernador que le dice todo que sí a Cambiemos, tiene el valor más caro, con una boleta que supera los $3655 por el mismo consumo de 550 kWh por mes. De ese total, $1383 representan la carga tributaria y otro tercio similar equivale a la distribución de energía.
Con la llegada de Macri al gobierno, las empresas del mercado eléctrico han sino las grandes ganadoras, pero hoy estas empresas señalan que con la devaluación del dólar deberían aumentar otro 100 por ciento las tarifas, aunque el gobierno duda ya que el 2019 es un año electoral, con lo cual cumplirán con las empresas después de octubre.