Por Alfredo Silletta. Por primera vez, tanto en el Instituto Patria con en la dirigencia del peronismo, se percibe que será difícil ganar las elecciones de octubre. Hoy Cristina Kirchner esta primera en todas las encuestas -entre 34 y 37 puntos- pero estancada, con un Mauricio Macri en 34 por ciento de intención de votos, casi un empate técnico. “Así no ganamos”, dice un importante referente que visita a la ex presidenta y agrega: “ya no alcanza con el ‘vamos a volver’, tenemos que presentar a la sociedad un plan de gobierno serio, contundente, volver a enamorar a la mayoría de los argentinos”.
Por estos días, algunos economistas empezaron a trabajar en una serie de propuestas para presentar a la sociedad en las próximas semanas. Veamos las primeras ideas que están surgiendo.
- La política económica no la manejará más el Fondo Monetario Internacional, sino el gobierno argentino. Se renegociaran los pagos, tanto del FMI como de los acreedores internacionales, para que el país no caiga en default en 2020.
- Se administrará el comercio internacional para frenar las importaciones que perjudican a la industria nacional. Hoy todo el mundo toma medidas proteccionistas y Argentina es el único país que permite ingresar productos que van destruyendo a las Pymes, base del trabajo argentino.
- Hay que acabar con la timba financiera. No se puede permitir que ingresen los capitales y salgan a las 24 horas con grandes ganancias. No hay país en el mundo que no ponga plazos a los capitales que ingresan. Un país como Chile, que no puede ser tildado de populista, obliga a los capitales que ingresen a estar como mínimo dos años.
- Hay que subir el impuesto a la riqueza de 1,5 a 3 por ciento según el capital, con lo cual se podrá volver a dar medicamentos gratis a los jubilados y una computadora a los chicos en las escuelas.
- Hay que obligar al campo a que liquide las divisas en 90 días para que los dólares entren al Banco Central y así frenar las corridas cambiarias. Terminar las corridas implica que no se dispara la inflación y ayuda a que no se siga perdiendo el salario de los trabajadores.
- Hay que garantizar la Soberanía Alimentaria. En necesario que en un país con alimentos para más de 400 millones de personas, no haya más hambre en la Argentina. Hay que bajar los precios de los alimentos con una cadena de regulaciones que vaya desde los granos a la comercialización. Hay que sentar en una mesa a las grandes cadenas de supermercados con reglas claras para que no monopolicen los precios de los productos básicos de la canasta familiar.
- Hay que barajar y dar de nuevo con Vaca Muerta. Hay que renegociar con las grandes empresas encargadas de sacar el gas y las distribuidoras de electricidad que han ganado fortunas en estos años para ahorrar y lograr bajar el precio del gas y la electricidad que permita pagar menos al usuario y a las pequeñas empresas.
En el peronismo y el kirchnerismo ya analizan una batería de medidas para volver a enamorar a los argentinos, mostrarles que hay “otro camino” muy diferente al que propone Cambiemos que solo ha traído miseria al pueblo argentino.