Más allá de la orden del presidente Mauricio Macri -apoyado por Duran Barba y Marcos Peña- de hablar solo de corrupción y seguridad con la ya concebida frase “lo peor ya paso”, no se condiciona con el mal humor de los argentinos por la pésima realidad económica que padecen.
En una nueva entrega del Monitor de Humor Social que elabora D’Alessio Irol/Berensztein para el gobierno y que se publica en exclusiva en El Cronista, los encuestados solo están preocupados por la inflación, el incremento de las tarifas y la incertidumbre por un futuro negativo.
El estudio, realizado en enero sobre 1132 adultos en todo el país, muestra que mientras casi la totalidad de quienes optaron por el kirchnerismo en el ballottage presidencial de 2015 reprueban la gestión de Cambiemos, solo uno de cada dos de los que votaron por Macri en aquella ocasión le dan el visto bueno.
“Indudablemente la economía sigue siendo un tema muy dominante en las preferencias de los ciudadanos”, dice el analista Sergio Berensztein, quien remarca que “esto, al comienzo del año electoral, evidentemente genera un obstáculo para el Gobierno que está tratando de imponer otras cuestiones en la discusión, fundamentalmente temas vinculados a la corrupción, a la inseguridad y cuestiones que lo muestran activo en áreas no económicas”.
En esa línea, D’Alessio agrega que “seguridad y corrupción, lo que parecen ser los ejes de campaña de Cambiemos, está en las preocupaciones de la población bastante por debajo de inflación y tarifas, posición tácita de la oposición”.
En la encuesta, muy oficialista, reconocen que Cristina Kirchner sigue achicando su diferencia con Mauricio Macri.
El gobierno está decidido a tener planchado el dólar con tasas muy altas, creyendo que de esa manera los precios aflojaran y volverá el consumo. Reconocen que la inflación estará en más de 30 puntos pero argumentarán, como si los argentinos son tontos, que en comparación al 2018 bajo un 15%.
Los pronósticos del gobierno señalan que en el segundo trimestre comienza la recuperación de la actividad apalancada con la cosecha récord del campo. Los empresarios no ven ninguna recuperación. “No entiendo tanto optimismo del Gobierno. No tenemos muestras reales de que haya reactivación. Es puro voluntarismo”, afirmó un empresario del sector alimenticio.