La amenaza de Bonadio: “Si gana Cristina me va a querer meter preso, pero no se la voy a hacer fácil”

En los pasillos nauseabundos de Comodoro Py circula una versión sobre la fuerte preocupación del juez Claudio Bonadio de terminar preso y una amenaza ante ese hecho.

Bonadio, el empleado del presidente Mauricio Macri y la Embajada de Estados Unidos, habría afirmado que “si gana Cristina Kirchner me va a querer meter preso, pero no se la voy a hacer fácil”. La pregunta que circula en los pasillos es que hará para no terminar en la cárcel. Y automáticamente todos recuerdan que el magistrado es un fanático de las armas y especialmente de la pistola Glock calibre 40. Quienes lo conocen dice que la lleva diariamente en la sobaquera. La pregunta que se hacen otros magistrados es que significado le da a la amenaza, y aparecen dos posturas: el suicidio de Alberto Nisman o exiliarse en los Estados Unidos para no ir preso.

Al juez de la servilleta le encanta andar armado y en autos lujosos y desde que asumió Mauricio Macri solo actúa como un fanático en una persecución feroz contra la ex presidenta. “La quiero presa” le gritó a un senador de su amistad que se opone a quitarle los fueros.

El magistrado, desde que Cristina dejó el cargo de presidenta en 2015, inició una feroz persecución contra la actual senadora. Primero fue “dólar futuro” donde la procesó y mandó a juicio por un supuesto de administración infiel en perjuicio de la administración pública. Una causa no judiciable, sino a esta altura ya estaría preso de por vida Federico Sturzenegger por los manejos en el Banco Central que llevaron al país a perder en poco tiempo 11.000 millones de dólares de reserva.

La segunda causa inventada es la del Memorándum de Irán. El juez quiso meterla presa por “traición a la Patria”, pero era tal el disparate jurídico que la misma Cámara le dijo que se le había ido la mano y la bajó por encubrimiento.  Con ese cargo menor pidió el desafuero, pero era obvio que el Senado no lo aceptaría.

Luego vino la causa por las fotocopias de los cuadernos donde procesó a la expresidenta por “asociación ilícita” y detuvo en forma ilegal a funcionarios y a empresarios que se negaron a culpar a Cristina.  La causa de las fotocopias es un gran disparate donde un chofer de un secretario de Estado ingresaba a su casa, traía bolsos y se ponía a contar plata junto a ella.

Por estas horas, donde Mauricio Macri cae en las encuestas y lo mismo sucede con la gobernadora María Eugenia Vidal, decidió darle una mano a Cambiemos y proceso a 92 intendentes, especialmente un número importante de jefes comunales de la provincia de Buenos Aires. La intención es simple, que todos recorran las escaleras de Comodoro Py con la pantalla de TN y desgastar a los candidatos del peronismo bonaerense.

El año pasado el juez admitió ante un viejo amigo peronista en una cena que “si el presidente Macri no gana el próximo año voy a terminar preso”. Ahora parece, según circula por Comodoro Py, que aumento la apuesta preocupado ante la posibilidad real de que Cambiemos pierda las elecciones en octubre frente a la expresidenta. El hombre, amante de las armas, dice que “no será fácil llevarlo” a la cárcel. Todos recuerdan su fanatismo por su Glock calibre 40 en su sobaquera.