Por Alfredo Silletta. Si en abril, el presidente Mauricio Macri no logra levantar en las encuestas, los grandes empresarios argentinos, Wall Street y el FMI buscarán una fórmula entre María Eugenia Vidal y un peronista conservador, como el cordobés Juan Schiaretti, con la idea de sumar votos de Cambiemos y de un sector del peronismo para cerrarle las puertas al frente opositor que organiza la expresidenta Cristina Kirchner.
Las encuestas reales, las que leen en el mundo económico y financiero, saben que el presidente viene cayendo durante este año y nada anticipa que la situación cambiará. Los aumentos en las tarifas de luz, gas y transporte continuaran hasta marzo, con inflación alta y por lógica un fuerte aumento en la canasta familiar. En algunas provincias, como Buenos Aires, el presidente está entre los 18 y 25 puntos, muy lejos de la expresidenta que supera ampliamente los 40 puntos, llegando en algunos municipios del conurbano a los 50 puntos de intención de votos. Estos números se repiten en el NOA y el NEA.
Días atrás, afirmábamos en un artículo que los grandes empresarios notan a un presidente deprimido, sin mucha noción de lo que está pasando en el país. Habla que baja la inflación y la misma aumenta o que aumenta el empleo cuando todos los días cierran fabricas con la perdida de puestos de trabajo.
El FMI ya habla de un Plan B por si Macri no llega a octubre o pierde las elecciones. De allí que en su última visita al país, se reunieron con Roberto Lavagna, Sergio Massa, Axel Kicillof y la CGT para “escucharlos” y como negociar poder cobrar los 57 mil millones de dólares que Argentina deberá empezar a pagar el próximo año. Un economista recordaba un viejo dicho: Si un banco presta un poco de dinero que no devolvés estás en un problema, pero si el banco te prestó millones, es el banco el que está en problemas. Hoy el FMI está asustado porque no sabe como recuperará lo prestado al gobierno de Macri.
Por estas horas se empieza a analizar en las esferas de poder que si el presidente no revierte su caída será candidata en junio la gobernadora María Eugenia Vidal, pero acompañada por un peronista conservador como el cordobés Juan Schiaretti o el salteño Juan Manuel Urtubey. En Cambiemos recuerdan que Macri fue presidente por lo votos de Córdoba, que le permitieron superar por dos puntos en el balotaje a Daniel Scioli.
Otra opción, muy difundida por los medios hegemónicos el fin de semana es una fórmula Macri-Vidal, una propuesta que tiene aterrada a la gobernadora que dejaría la poderosa provincia de Buenos Aires para ir a tocar la campanita en el Senado.
De acá al 22 de junio, día del cierre de listas, habrá muchas presiones del poder económico-financiero que harán lo imposible para que no vuelva el peronismo de la mano de Cristina Kirchner al gobierno. Todo puede ocurrir, pero en las urnas el pueblo es soberano para decir basta a tanta humillación y pobreza sobre el pueblo argentino.