Por Alfredo Silletta. Más allá de la muerte de Franco Macri, hay desesperación en en presidente y en su equipo electoral que comandan Marcos Peña y Jaime Duran Barba, con la encuestas que llegan a la Casa Rosada, especialmente las de la provincia de Buenos Aires.
Nicolás Dujovne ya aviso que no habrá mejoras económicas hasta mediados de julio o agosto. Demasiado tarde para que influya en las elecciones. Por otra parte, el FMI, más allá que quiere el triunfo del presidente, ya aviso que no permitirá que “despilfarren” un solo peso que no sea para pagar a los acreedores.
La preocupación crece en la gobernadora María Eugenia Vidal y en su equipo político. Las encuestas que llegan a La Plata dicen que el presidente pierde por 12 puntos (las más benévolos) hasta 20 puntos frente a Cristina. Como si fuera poco, en algunos municipios del conurbano la diferencia supera los 30 puntos entre la ex presidenta y Macri. “Con estos números -dicen en la Gobernación- peligra la reelección de Vidal, ya que por más que esta mejor en la intención de votos, la diferencia es abismal”.
La crisis económica hizo estragos en el bonaerense y se lo hace saber a Cambiemos. En el equipo de Vidal recuerdan que en el año 2015, el presidente perdió con 428.000 votos frente a Scioli, pero que Vidal ganó a Aníbal Fernández por 370.000 votos. Esta situación de unos 6 puntos a favor de la gobernadora, con el corte de boleta, será difícil que se vuelva a repetir. En primer lugar, esta el desgaste de 4 años de gobierno de Macri y Vidal y en segundo lugar no es lo mismo el ex jefe de Gabinete, denunciado en aquel entonces por narco traficante y responsable de un triple crimen, que Axel Kicillof, sin una sola denuncia en su haber luego de varios años como ministro de Economía.
Ante el panorama negro de Cambiemos se empezaron a analizar dos hipótesis en la Casa Rosada y también en la Gobernación. La primera es que Duran Barba mandó a medir la fórmula Macri-Vidal, para potenciar el voto del presidente, por lo cual implicaría que a la Provincia iría Carolina Stanley o Cristian Ritondo.
Dicen que la gobernadora se alteró cuando se lo contaron. Ante los suyos fue terminante: “Me banque no desdoblar las elecciones como lo hacen otros gobernadores y ahora además quieren que me baje de la gobernación para ir a tocar la campanita al Senado, no lo voy a permitir”.
La segunda hipótesis, es que en junio, si las encuestas le dan muy mal a Macri, se baje para que la candidata a presidenta sea Vidal. Esta hipótesis, muy valorada entre los grandes empresarios y patrocinada por los medios hegemónicos, tiene poco asidero. El presidente, que no dudo en crucificarla a Michetti cuando enfrentó a Larreta y este año a Vidal cuando quiso desdoblar, no aceptará renunciar. Sería su mayor fracaso y eso se percibió en su histérico discurso ante la Asamblea Legislativa.
En Cambiemos, algunos sectores han planteado que quizas sea bueno dar unas PASO con el radicalismo, pero esa opción fue descartada rápidamente por Peña y Duran Barba. “Una interna se podría volver salvaje y degastaría al presidente”, dicen en su entorno.
Ante el fracaso económico, ante la brutal manipulación en la Justicia que la sociedad empieza a percibir, el equipo presidencial cree que servirá poner en debate la crisis en Venezuela. De allí que el presidente recibió al pseudo presidente Juan Guaidó e intenta decir que si “vuelve Cristina” marchamos al caos de Venezuela. Claro desde la oposición le recuerda que ya la Argentina se parece a Venezuela, con una inflación galopante, con una manipulación de la prensa y la Justicia, con una ataque feroz a la oposición y con una perdida de trabajo brutal.
Vidal está aterrada porque puede perder la reelección en la provincia pero mucho más si el presidente la pone de vice.
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Macristas todos montón de bosta